Luna realiza "un descenso a los infiernos" en el 'thriller' psicológico 'Moscow Zero'

Actualizado: viernes, 30 marzo 2007 17:45


MADRID, 30 Mar. (EUROPA PRESS) -

La directora Luna realiza "un descenso a los infiernos" en su tercera película, 'Moscow Zero', un 'thriller' psicológico protagonizado por Vincent Gallo, Oksana Akinshina, Val Kilmer y Joaquim de Almeida, que se estrena la próxima semana en España. Con guión de Adela Ibáñez, la cinta narra una historia "claustrofóbica" en el subsuelo de la capital rusa.

Rodada en escenarios naturales, el equipo de la película se trasladó a Sevilla, ciudad bajo la cual se esconden numerosos pasadizos y criptas laberínticas, después de que la directora buscara en los alcantarillados de lugares como París o Gibraltar. También rodaron en Moscú y Londres.

"El 'thriller' psicológico y el terror son mis géneros favoritos", dijo hoy Luna en rueda de prensa en Madrid. "Es donde puedes tener un derroche de creatividad", precisó.

El antropólogo ruso Sergei Karpov (Rade Serbedzija), que investiga la sociedad marginal que vive en los subsuelos de Moscú, desaparece un día sin dejar rastro. Su amigo el padre Owen (Gallo) decide bajar a los infiernos para buscarle con otros tres ayudantes y una guía. Traspasar el río que divide los alcantarillados, es peligroso. Las leyendas cuentan que allí habitan unos demonios.

Ibáñez (guionista y hermana de Luna, con quien ya colaboró en 'Yo puta') escribió esta historia "claustrofóbica" sobre el subsuelo de Moscú. "Era una idea muy atractiva y buena para el mercado internacional", precisó Luna, que ha rodado en inglés y ruso para tener más proyección de el extranjero.

CUCARACHAS ALBINAS

Pese a que la cinta no narra hechos reales, sí se basa en una realidad. "En los subterráneos de Moscú vive mucha gente y, quizá lo que ocurre allí abajo, supera la ficción", apuntó, puntualizando que muchos comentan que bajo el suelo moscovita existen "cataratas como las del Niágara o cucarachas albinas gigantes".

"En la pantalla ha quedado lo que tenía en mente", dijo Luna, que se empeñó en rodar en escenarios reales y no en estudios, pese a que fuera "más complicado". "Ha sido una buena experiencia", matizó, puntualizando que el filme es "un descenso a los infiernos" que ha querido reflejar con variedades cromáticas que van del azul al rojo.

Luna, quien destacó la importancia del reparto internacional, comentó el largo cásting que hizo para encontrar a Sombra (Paloma Terriente), la niña que encarna al demonio. "A veces la veía al final de un pasadizo, tan pálida y me daba miedo. Tuve algunas pesadillas", bromeó.