MADRID, 5 Oct. (EUROPA PRESS - Miguel Martorell) -
Éramos conscientes de lo que 'Recovery' suponía para Eminem como producto comercial. Es más, nos parecía correcto que fuera su forma de librarse de la drogodependencia. Ahora bien, su último single es, simple y llanamente, una aberración.
'No Love' tiene una simple, pero no por ello menos loable, misión. Mostrarle al mundo lo horteras que pudimos llegar a ser. Samplear 'What is love?' de los Haddaway es execrable de cara a la juventud de muchas generaciones, pero no deja de ser un acto valiente.
Valiente porque no tiene que ser fácil convencer a los cuatro negratas (hombres-de-color-con-pinta-de-malotes) que son tus productores de que eso es lo que tiene que sonar de fondo mientras te pones macho ante el micro. Valiente porque pone blanco sobre negro lo cutre del dance noventero.
El paso del tiempo ha eliminado la nostalgia que en un primer momento producen aquellos sonidos enlatados. Al escuchar aquellos éxitos ahora sólo podemos esbozar una sonrisa. Pero una sonrisa chunga, de esas de 'sí, estoy sonriendo, pero muero por dentro'.
No nos sorprende la deriva pop de Eminem. El rapero ha ido introduciendo un componente mainstream en su sonido con el paso del tiempo que se ha traducido en mayor popularidad y ventas. Lo lleva haciendo desde 'The Marshall Mathers'.
Del mismo modo, como era un problema vender millones de discos y que luego en las galas nadie le saludara, Eminem ha decidido dejar de reírse de los demás y hacerlo de si mismo. Sus tres primeros singles de 'Recovery' van en esa línea.
Los tres comparten algo en común: los estribillos tienen un sonido épico y coral, casi gospel; redentorista. Las instrumentales también tienen algo en común: son lo peor que ha producido el tándem Eminem-Dr.Dre.
Con 'No Love' el rapero vuelve a la violencia. En 'Love The Way You Lie' era un asunto de pareja entre Megan Fox y Dominic Monaghan, amándose y odiándose a partes iguales mientras Rihanna ponía caritas en primer plano.
En 'No Love' la historia es sencilla: niño al que le hacen bullying en el colegio; niño que llega a casa y es ignorado por sus padres; niño escucha a Eminem decir 'soy cojonudo aunque me hayas pisado'; niño se hace trenzas y reparte estopa entre sus acosadores.
Conclusión: niños y niñas, si alguien os molesta en el colegio partidle la cara como haría un buen rapero. En cualquier caso, la fórmula le ha funcionado; en sólo cinco días ha conseguido más de 5 millones de visitas.
Para quien no soporte los primeros minutos del monótono rapeo de Lil'Wayne -que debía tener a dos agentes cerca para ponerle las esposas y llevarle a chirona en cuanto acabara- un consejo: aguanta, las imágenes de Eminem rapeando y un coro de negratas (hombres-de-color-con-pinta-de-malotes) cantando 'don't hurt me no more' son históricas.
La incógnita es si logrará más de 140 millones de reproducciones en Youtube, como ha conseguido en los dos últimos meses los minutos sadomasoquistas de la -no queríamos decirlo- actriz y el -esto sí- hobbit drogadicto (referencia freak a 'Lost'). Átate los machos Lady Gaga.
Desde aquí animamos a Eminem a que su próximo tema utilice como instrumental un sample de 'Saturday Night' de Whigfield, para que todos aquellos que lo bailaban como si lo fueran a prohibir se arrepientan de sus pecados.
