MADRID 21 Dic. (EUROPA PRESS) -
La Biblioteca de Autores Cristianos (BAC) ha publicado el libro 'La grandeza del amor humano', editado por Juan de Dios Larrú, en el que se analiza el documento de la Conferencia Episcopal Española llamado 'La verdad del amor humano. Orientaciones sobre el amor conyugal, la ideología de género y la legislación familiar', publicado en abril de 2012.
Una de las autoras del libro, la directora del Centro de Estudios de la Familia de la Universidad Francisco de Vitoria, María Lacalle Noriega, explica en que "el matrimonio no es algo que se haya inventado la Iglesia, sino que es algo natural, que se funda en la natural complementariedad entre hombre y mujer y brota del amor entre ellos".
Así, asegura que el amor "arranca" a la persona de su propia independencia y la "empuja" a la unión, porque el hombre y la mujer que se aman desean "dejar de pertenecerse exclusivamente para pertenecer al otro", sin que eso signifique que "anularse".
De este modo, sostiene que "todos los que aman de verdad quieren que su amor dure para siempre". "Por eso el amor conduce al matrimonio, a la entrega total, a asumir un compromiso indisoluble. Los novios son los que se quieren, los esposos los que, además, se comprometen a quererse", explica.
La autora es consciente de que el "amor-sentimiento" entre las personas puede desaparecer, pero aclara que "el amor conyugal no es sólo ni sobre todo sentimiento", sino que "es algo más grande: es un compromiso con la otra persona que se asume con un acto preciso de la voluntad". "Una vez dado y aceptado el compromiso por medio del consentimiento, el amor se convierte en amor debido: en deber de amarse para siempre".
LA LIBERTAD BIEN ENTENDIDA
La profesora universitaria explica que una de las causas del compromiso para siempre en la sociedad actual es que se "concibe la libertad como una fuerza indeterminada, desligada de cualquier obligación, fidelidad y compromiso, o como una fuerza autónoma de autoafirmación que no tiene en cuenta a los demás y sólo busca el propio bienestar".
Por el contrario, Lacalle explica que "la auténtica libertad se realiza en el amor, en el don, en la entrega" y añade que, en contra de lo que se pueda pensar, "no es más libre" la persona que siempre hace lo que le da la gana, al contrario: "es esclavo de su propio egoísmo que le impide amar". "El ser humano sólo puede realizarse y ser feliz en el amor, y el amor es entrega, es compromiso, es limitar la propia libertad en provecho de otro", apostilla.
Pero precisa: para poder entregarse es "preciso poseerse, es decir, tener un grado de madurez que permita al hombre y a la mujer ser dueños de sí mismos". "Sólo quien es dueño de sí puede darse. El problema es que en la actualidad, predominan las personalidades infantiles, inmaduras, y la fragilidad en el amor", argumenta.
Por ello, anima a dar testimonio y explicar la felicidad que viven en el matrimonio las parejas que se aman y se muestra convencida de que "en el fondo de todos los corazones está el anhelo de que ese amor dure para siempre".