MADRID 24 Mar. (EUROPA PRESS) -
Las actrices María Galiana y Rosario Prado se suben, desde el viernes, al escenario del Teatro Bellas Artes de Madrid con 'Fugadas', una 'road comedia' dirigida por Tamzin Townstend en la que una anciana y una ama de casa huyen, y sin destino, de todo tipo de "convencionalismos".
'Fugadas', adaptación de Yolanda García sobre la comedia del mismo título de Pierre Palmade y Christophe Duthuron, cuenta la historia Carmen (María Galiana), una anciana recién escapada del geriátrico que conoce en el arcén de una carretera a Marga (Rosario Prado), una ama de casa esclava de su familia y hastiada de las rutinas.
Juntas inician un viaje "sin saber muy bien a dónde se dirigen, pero teniendo muy claro lo que ya no quieren ser". Prado y Galiana, que fueron compañeras de reparto en la película 'Solas' de Benito Zambrano y más recientemente en la serie 'Cuéntame', destacan que se sienten muy cómodas bajo la dirección de Townsend.
"A diferencia de muchos directores, Townsend no humilla ni infravalora nuestro trabajo", sentencia Prado, mientras que Galiana puntualiza que "tiene perfectamente clara la obra en su cabeza y eso nos ayuda a encaminarnos encima del escenario en una misma dirección". Ambas actrices explican que llevan más de 20 años "saliéndose de los guiones preestablecidos" y "huyendo de los convencionalismos".
Con respecto a la mayoría femenina en esta representación, con dos personajes protagonistas y una directora, Prado señala que siempre ha estado "a favor de las historias de mujeres, aunque en principio este hecho no tiene ninguna intención reivindicativa". En este sentido, la actriz indica que "hasta que no haya más mujeres en la dirección tanto de cine como de teatro no se habrá alcanzado la plena normalidad laboral".
"Las mujeres que representamos redescubren la amistad a través de este viaje y esta relación cambiará para siempre sus vidas", añaden las actrices sobre unos personajes cuyo viaje las sitúa en situaciones hilarantes y absurdas donde pasan de ordeñar vacas en una granja, a ser okupas en una casa a montar un picnic en un cementerio.
"El nuestro es un juego de payasos, con una ambientación nada realista, más bien al estilo del cómic, con dos personas que buscan vivir una vida diferente", apunta Prado. "Parece fácil pero la obra tiene un ritmo atronador y eso nos obliga a estar continuamente con las pilas puestas", concluye.