MADRID, 19 Sep. (EUROPA PRESS) -
El desfile para la primavera-verano del 2008 de los diseñadores andaluces Victorio y Lucchino propone una mujer sensual y femenina sin perder nunca su esencia española y flamenca.
Los diseñadores han presentado una colección fresca y veraniega en la que el colorido ha sido una de las máximas; una paleta cromática que va desde el ácido amarillo lima hasta el sobrio y elegante negro pasando por el buganvilla, el turquesa, el morado cardenal, el blanco roto y el gris ahumado.
La colección masculina estaba dirigida al hombre urbanita, vestido con trajes de chaqueta de popelín, algodón y raso y cárdigans suaves y fluidos de seda.
La elegancia ha sido la nota dominante del desfile, en el que Victorio y Lucchino han presentado como cierre una serie de vestidos de noche elaborados con sedas, gasas, tules, popelines, pedrería y encajes en diversos tonos ácidos y en negro.
Un desfile marcado por el sabor andaluz y la feminidad en el que los diseñadores andaluces se han mantenido fieles a su línea.