MADRID, 4 Nov. (EUROPA PRESS) -
Este viernes se estrena en las plataformas digitales Los inadaptados, la canción que abre el nuevo disco de Juan Perro (Santiago Auserón), grabado con el único acompañamiento de su guitarra acústica y que verá la luz el próximo 2 de diciembre.
Los inadaptados fue compuesta hace un par de años, después de que Auserón viera por cuarta o quinta vez la película The Misfits (en español Vidas rebeldes), rodada en 1960 bajo la dirección de John Huston, protagonizada por Marilyn Monroe, Clark Gable, Montgomery Clift, Thelma Ritter y Eli Wallach, con guión del dramaturgo Arthur Miller, por aquel entonces todavía marido de Marilyn.
La crisis en la pareja, ya muy evidente, era uno más de los conflictos que la película cuenta o refleja indirectamente. "Dicen las crónicas que Miller se proponía retratar las ambigüedades del carácter de su esposa -e incluso vengarse de sus infidelidades-, pero no lo hizo patente sino a través de improvisados ajustes en el guión, que obligaban a Marilyn a estudiar su papel cada mañana, poniendo a prueba sus capacidades como actriz y su estabilidad nerviosa", explica Auserón.
A este respecto, añade: "Huston, entretanto, se jugaba a la ruleta cada noche una parte del presupuesto. Luego llamaba a los productores reclamando más dinero y culpando a Marilyn de los retrasos en el rodaje. La galantería no hubiera predominado en aquel equipo de "todo-abstemios" de no ser por "Monty", amigo de Marilyn, ocupado en hacer frente a sus diversas adicciones, y, sobre todo, por Clark Gable, que acogía a la muchacha bajo su alón, ante los gritos de Huston, cuando ella volvía a sumarse al equipo seis u ocho horas tarde".
"Mientras Miller intentaba poner el acento en el aspecto psicológico del drama, Huston se proponía retratar la decadencia de los buenos tiempos, en los que primaba el valor de los hombres frente a la naturaleza. La caza de caballos salvajes en las montañas de Nevada se había convertido en un negocio de carne para perros", apunta.
Por último, Auserón recuerda que "fiel a su estampa de virilidad, ante los agraciados ojos llorosos de la rubia, Gable renunció al especialista en las escenas más violentas de la captura de un potro". "Su corazón falló tan solo unas semanas más tarde, apenas terminado el rodaje. Marilyn tampoco duraría mucho", añade.
"Al final de esta película, que otras veces me había parecido insegura, quedé esta vez tocado, pensando que el paso del tiempo cambia el significado de las obras de arte", concluye.