Kylie Minogue se confirma como diva gay

Portada del último disco de Kylie Minogue
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Actualizado: viernes, 3 septiembre 2010 15:12

MADRID, 3 Sep. (EUROPA PRESS - Miguel Martorell) -

Después de grabar el mejor anuncio de ropa interior que se ha hecho en 'All The Lovers', la australiana ataca de nuevo con 'Get Outta My Way', segundo single de 'Aphrodite' y cuyo vídeo se ha filtrado antes de tiempo en la red.

Mientras nuestras madres recuerdan a una Kylie veinteañera cantando 'The Loco-motion' y nuestros padres le agradecen que le haya enseñado el mundo que se puede envejecer mejor que Madonna, la australiana conquista a las nuevas generaciones a golpe dance.

Desde que comenzara el nuevo siglo Kylie se ha abonado a un estilo musical que, si bien no le asegura pasar a los anales de la música, sí le garantiza que en las discotecas miles de jóvenes saquen a la loca que llevan dentro.

Porque si hay algo de lo que puede presumir Kylie Minogue -con el permiso de Lady Gaga- es de ser una auténtica diva gay. Y el que piense lo contrario que se pregunte porqué tanta expectación con su actuación en la Fiestas del Orgullo de Madrid.

'Get Outta My Way' es un videoclip para reforzar la idea anterior. Estilismos divinos, coreografías carne de 'flashmob' y silla incluida (ojo al fugaz movimiento flamenco del maromo en el minuto 1.03) y torsos masculinos desnudos a lo largo de casi cuatro minutos.

Dirigido por AlexandLiane (Scissor Sisters, The Ting Tings) el vídeo recuerda en ciertos momentos a 'Slow', con esas coreografías de gente tirada por el suelo. El detalle de Kylie sobre un atril emulando a la libertad guiando al pueblo -gay- es inconmensurable.

Musicalmente, 'Get Outta My Way' parece similar a 'Spinning Around', especialmente en el puente antes de soltar el estribillo. Líricamente, sencilla, con el mensaje de 'o lo das todo en la pista o tu chica/o se va con el que más sude'.

Lo mejor es que la australiana nos ha vuelto a demostrar que se puede ser una diva enseñando lo justo y moverse en los videoclips sin incitar a la pornografía. Y, por supuesto, hacerse mayor con mucha, mucha, dignidad. Gracias Kylie.