MADRID 6 Nov. (EUROPA PRESS) -
La obra de teatro 'Perro muerto en tintorería: los fuertes' de Angélica Liddell, que se estrena el próximo jueves en el Teatro Valle-Inclán, plantea los problemas derivados de un hipotético "mundo perfecto", según dijo hoy la autora. La historia pertenece al "género apocalíptico de la política-ficción" y presenta a cuatro personajes que añoran la autodestrucción propia del ser humano en una sociedad que ha erradicado los problemas. Esta producción del Centro Dramático Nacional en colaboración con ATRA BILIS se mantendrá en cartel hasta el 16 de diciembre.
Gerardo Vera, director del CDN, calificó a Liddell de "mujer de teatro" que "bebe la vida a sorbos"."Esta obra propone una mirada inteligente, arriesgada, salvaje, verdadera, profunda y necesaria", comentó Vera. El resultado es "un espectáculo rabiosamente personal" que lleva al director del Centro a plantearse "seguir compartiendo espacios en el futuro" con la autora. Respecto al trabajo de escultura llevado a cabo por Enrique Marty, Vera hablo de una obra plástica "profunda y turbulenta".
Por su parte, Angélica Liddell comentó que el texto, que le ha llevado ocho años escribir, parte de una hipótesis: "Quería poner al ser humano en una situación apocalíptica. En un mundo perfecto, la única posibilidad que queda para vivir todos los sentimientos puramente humanos, incluyendo el odio, la mezquindad o la humillación, es la autodestrucción". Este proceso lleva a los cuatro personajes protagonistas a "inventar crímenes" y finalmente, a su "total autodestrucción".
INSPIRACIÓN EN ROUSSEAU.
El pilar sobre el que la obra pivota es un capítulo del 'Contrato social' de Rousseau y la interpretación que hace Foucault del mismo, según la cual "hemos utilizado literalmente la idea de acabar con el enemigo para causar sufrimiento". Liddell considera que esta idea lleva a que "sigamos uniendo la justicia a la venganza" e incluso llega a preguntarse "cómo no ocurrieron antes los atentados de las Torres Gemelas".
"Solo alcanzaremos conclusiones positivas si nos hacemos este tipo de preguntas prohibidas", explicó la autora, que en la obra ha vinculado el 11-S y las posteriores "invasiones ilegítimas" con "el mundo del hombre". Este eje narrativo se relaciona con su visión del teatro: "Con mi creación quiero prender fuego al mundo con una astilla". Su obra parte siempre del "realismo en descomposición" .
AUTORA MELANCÓLICA.
Liddell se deja llevar por su forma de ser cuando escribe: "Tengo inclinación a la melancolía y a detectar la podredumbre. Cuando veo una alfombra persa solo pienso en las dos cucarachas que viven debajo". Considera que su forma de trabajar se basa en "la locura y la demencia controlada", aunque sabe que no puede pedirle "lo mismo a un actor". En cualquier caso, se mostró orgullosa del trabajo de los intérpretes: "La satisfacción que dan los actores profesionales es inmensa porque no cuestionan lo que les pides, sino que lo hacen con fe".
Por último, Enrique Marty, creador de las esculturas que aparecen en escena, habló de la obra como "teatro explosivo, demoledor, casi una bomba de relojería" al tiempo que se mostró "contentísimo" de poder "aportar algo a un texto increíble". Perro muerto en tintorería: los fuertes' está protagonizada por Nasima Akaloo, Miguel Ángel Altet, Carlos Bolívar, Violeta Gil, Vettius Valens y la propia Angélica Liddell.