Se ofrecerán cinco funciones de la ópera, del 17 al 25 de febrero, en una producción del Real en coproducción con el Teatro de Viena
MADRID, 8 Feb. (EUROPA PRESS) -
El Teatro Real estrenará el próximo 17 de febrero la ópera 'Aquiles en Esciros' de Francesco Corselli, una obra "maestra del barroco español" y "congelada" porque tres días antes de su estreno en 2020 se decretó el confinamiento por la COVID-19 y obligó a que el escenario se quedase montado durante tres meses.
"Es la ópera que más tiempo ha estado en la historia del escenario", ha bromeado en rueda de prensa el director general del coliseo madrileño, Ignacio García-Belenguer, que ha presentado el espectáculo este miércoles, junto al director artístico del Real, Joan Matabosch; el director musical Ivor Bolton; la directora de escena Mariame Clément; y el editor de la partitura Álvaro Torrente.
Para Matabosch, 'Aquiles en Esciros' es una obra "completamente desconocida", a pesar de ser una partitura "extraordinaria" y la ha calificado de "obra maestra del barroco español". "Es muy representativa de la transición del barroco al clasicismo", ha apostillado.
'Aquiles en Esciros' se trata de una "exhumación", como ha tildado Matabosch, ya que se ha recuperado el texto original, gracias al Instituto Complutense de Ciencias Musicales (ICCMU). "Es una obra muy importante de recuperación del patrimonio lírico español", ha comentado el director artístico, que ha recordado que el día que se decretó el confinamiento en España fue el ensayo pregeneral.
"Todos tenemos muchas ganas de ponerla en el escenario. Estamos impacientes por hacerla. Es uno de los mejores escritos del siglo 18", ha valorado Matabosch. La obra se compuso para festejar el casamiento de la Infanta María Teresa de España, hija de Felipe V, en el Coliseo del Buen Retiro de Madrid en 1744.
"Es una ópera que salvo unas representaciones que hemos descubierto en Dallas (Estados Unidos) nunca se ha realizado para el público, más allá de la corte. Se puede decir que es algo parecido a un estreno", ha afirmado.
La búsqueda del texto, según ha recordado Matabosch, era un deseo expreso de Ivor Bolton que, cuando fue nombrado director musical del Teatro Real en 1994, comentó que quería examinar en profundidad las óperas principales del barroco español para encontrar "una joya extraordinaria que tuviera sentido exhumar".
Respecto a Francesco Corselli, Bolton ha señalado que se trata de "uno de los mejores" compositores de la época y la obra sirve para mostrar al público "lo internacional que era en la coloratura de sus obras". "Es un estilo barroco que evoca las áreas de Georg Hndel y otras áreas con un estilo más clasico como Bach. Por tanto, se puede decir que era un compositor extremadamente variado y por eso merece la pena analizarlo", ha defendido.
UN AQUILES QUE SE TRASVISTE DE MUJER
La ópera, según Clément, narra el episodio de la vida de Aquiles en el que su madre, Tetis, decide enviarlo a la isla de Esciros para evitar que el valiente e impulsivo joven participe en la guerra de Troya, donde, según el oráculo, perderá la vida. La directora de escena presenta a Aquiles a la verdadera infanta María Teresa Rafaela como una especie de "éducation sentimentale".
"Tenemos a Aquiles que es uno de los héroes más masculinos de la historia que en este caso se traviste de mujer y mantiene una relación con la princesa Deidamia y que a su vez tiene una relación con un joven, que se enamora de Pirra (nombre femenino de Aquiles)", ha revelado.
Clément ha destacado el gran "potencial" cómico de la obra por estas confusiones, aunque conforme avanza la obra esto concluirá porque el primer acto, "está más caracterizado por una libertad veneciana", mientras que el tercero evidencia "unos roles de género más estrictos y que refleja lo que se veía en aquella época".
Esta ópera tendrá cinco funciones del 17 al 25 de febrero, en una nueva producción del Teatro Real en coproducción con el Teatro de Viena, y recupera su horario habitual de las 19.30 horas.
PUESTA EN ESCENA
Mariame Clément ha reconocido que la puesta en escena de esta obra puede conllevar alguna dificultad, al no haberse representado recientemente, pero "hay que narras una historia y es mejor hacerlo cuando la gente no la conoce".
Una de las principales prioridades para la profesional era dotar de "claridad" a la historia aunque también ha puesto de manifiesto la importancia del contexto del nacimiento de la obra que era una boda real.
Clément sitúa la trama de la ópera en una "gruta encantada" de perfume rococó, que evoca las falsas ruinas de los jardines
dieciochescos; o el vientre femenino, curvilíneo y libidinoso de una madre protectora; o la roca de una isla imaginaria. Ahí vive Aquiles disfrazado, imberbe y juguetón, en igualdad de circunstancias que las mujeres, y de ahí saldrá maduro y presto a luchar por su pueblo, investido de masculinidad y heroísmo, dispuesto a dejar a su amada después de la feliz boda que concluye la ópera.
"Un camino de iniciación y de nacimiento de un héroe y un viaje de la ópera del siglo XVIII desde la libertad sexual, abstracción y goce del barroco primigenio a los convencionalismos de género que se impondrían en los siglos siguientes", ha sentenciado.
