MADRID, 14 Nov. (EUROPA PRESS) -
Javier Murgui cumplirá el próximo fin de semana su partido número 300 como árbitro de la Liga ACB, una competición en la que debutó en 1996 y de la que sus mejores recuerdos fue su estreno y su primer 'clásico' entre Real Madrid y Winterthur FC Barcelona.
El colegiado madrileño siente "una gran alegría" por alcanzar esta cifra. "Trabajar en la mejor Liga de Europa es una gran ventaja, porque tienes a tu alcance todo lo necesario para mejorar", comenta Murgui.
El árbitro tiene buenos recuerdos de su debut "en un Cáceres-Fuenlabrada" donde pasó "muchísisimo nervios" y de su "primer Real Madrid-Winterthur F.C. Barcelona, un partido especial" y advierte que era "difícil pensar" que estaría tantos años pitando "en la mejor Liga de Europa".
Murgui, que recibió la llamada para ascender a la ACB tras participar en una Liga de Verano en Alcoy, cree que el haber sido jugador le "facilita las cosas" por el conocimiento del juego y resume las cualidades de un buen colegiado en "la imagen, el conocimiento de la competición y de la prensa, el trato con los compañeros, pero también con los jugadores".
