"Pasamos la página y seguimos trabajando", dijo sobre el intento de traspaso frenado por la NBA
MADRID, 4 Ene. (EUROPA PRESS) -
El ala-pívot argentino de los Houston Rockets, Luis Scola, lamentó la fractura en la mano izquierda que sufrió su compatriota y jugador de los San Antonio Spurs, Emanuel 'Manu' Ginóbili, quien "había empezado bien el año" y podría perderse un tiempo significativo de la reducida campaña de la NBA.
"Hablé con él brevemente anoche y estaba bastante 'de bajón'. Había empezado bien el año y siendo ésta una campaña complicada y muy corta, imagino que estará un poco deprimido. Así son a veces las lesiones... imposibles de evitar con un poco de mala suerte", dijo Scola minutos antes de enfrentarse a Los Angeles Lakers en el Staples Center, según recoge la cadena estadounidense 'ESPN'.
Ginóbili sufrió una fractura en el quinto metacarpiano de su mano izquierda cuando este martes intentó robar un balón contra un jugador de los Minnesota Timberwolves y su mano chocó contra el cuerpo de un jugador del equipo oponente que corría por su lado. A pesar de que pueda perderse un tiempo considerable de la competición, el internacional argentino declaró por su cuenta de Twitter que estará fuera seguramente "algunas semanas".
Scola espera que su compañero en la selección argentina pueda recuperarse pronto y bien, esperando que la lesión no le vaya a costar a su compañero la oportunidad de volver a jugar con la albiceleste, sobre todo teniendo en cuenta la cercanía de los Juegos Olímpicos de Londres, donde aspiran a gana una segunda medalla de oro en el baloncesto olímpico.
"No creo que Manu no juegue en los Juegos Olímpicos (debido a esa lesión) ni que San Antonio le diga que no. Queremos estar allí", destacó Scola, asegurando su intención de estar nuevamente representando los colores de su patria en ese escenario olímpico.
SIN RESENTIMIENTO CONTRA ROCKETS.
El jugador de Rockets, por otra parte, se mostró contento de seguir siendo parte de su equipo a pesar de haber estado involucrado en un cambio que le hubiera llevado a los New Orleans Hornets dos semanas antes del inicio de la temporada. Dicho cambio hubiera llevado fuera de Los Angeles Lakers al español Pau Gasol y a Lamar Odom, pero finalmente fue frenado por el Comisionado de la NBA, David Stern.
"Entiendo cómo funciona el sistema y comprendí que ellos sólo encontraron una forma de mejorar el equipo y no creo que haya nada de malo con eso. Es válido y leal que hayan hecho eso. Sólo que me tocó a mí ser parte del cambio porque siempre para conseguir algo hay que dar algo", analizó Scola. "Todo el proceso estuvo un poco loco pero bueno, es así como es la NBA. Y hay que estar tranquilo. No es mucho lo que podemos hacer", añadió.
El exjugador baskonista dijo que no tuvo quejas ni reparos en seguir entrenando durante el proceso con los Rockets y sucesivamente seguir jugando con ellos. "Pasamos la página y seguimos trabajando. Así fue, pasó y pasó, ya está. Me tocó a mí en ese momento, pero no le doy muchas vueltas a eso", argumentó.
El ala-pívot tampoco le da mucha importancia a la posibilidad de seguir siendo una potencial ficha de cambio de los Rockets. "Si en algún momento me cambian, pues me cambian, y si no me cambian me quedaré aquí feliz", señaló.
"Evidentemente, la posibilidad de que en cualquier momento pueda haber un cambio está latente. Pero nosotros no podemos estar pendientes de eso. No hay nada que podamos hacer al respecto más que trabajar, entrenar, esforzarnos y tratar de jugar bien. Si juegas bien, llamas la atención de más equipos. Lo bueno es que para que alguien te quiera dar, alguien te tiene que querer recibir", apuntó Scola.
El sudamericano es el segundo mejor anotador de los Rockets en lo que va de temporada, con un promedio de 15,5 puntos por juego. Sus rebotes, sin embargo, han llegado un tanto bajos con una aportación de 5,8 por encuentro.
El equipo, que desde esta campaña es dirigido por Kevin McHale, se ha mostrado bastante sólido en Houston, pero muy errático como visitante. Sin embargo, Scola considera que todavía es muy temprano para analizar el nivel de su equipo.
"Esta temporada acaba de empezar y es difícil en este punto hacer un balance tan profundo. Son sólo dos partidos malos. Hasta el día de hoy en los dos encuentros de locales fuimos mejor que como visitantes, pero quiero pensar que son casualidades y que no tiene nada que ver con jugar fuera de casa. La mayoría de nosotros estamos acostumbrados a jugar fuera de casa y eso no debería influir", finalizó.
