MADRID 3 Abr. (EUROPA PRESS) -
La Universidad de Kentucky se convirtió esta pasada madrugada en la nueva campeona de la NCAA estadounidense tras imponerse en la gran final del baloncesto universitario a Kansas por 67-59, en el Mercedes-Benz-Superdome de Nueva Orleans.
Fue un último partido con menos emoción de la esperada porque los chicos de John Calipari, que sólo habían encajado dos derrotas en toda la temporada, se mostraron muy sólidos y dominaron de principio a fin a su rival, cuya reacción llegó tarde.
Doron Lamb fue el encargado de liderar con 22 puntos a los 'Wildcats', restando protagonismo ofensivo a su estrella, Anthony Davis, mal en el tiro (1/10), pero demoledor en los tableros con 16 rebotes y seis tapones, lo que le sirvió para ser elegido el 'MVP' de la 'Final Four', librando un bonito duelo con Thomas Robinson, el mejor de los 'Jayhawks', con 18 tantos y 17 rebotes, bien secundado por Tyshawn Taylor (19).
Sin embargo, estas dos actuaciones no bastaron para que Kentucky se hiciese con su octava corona, poniendo fin a una sequía que databa desde 1998. Los futuros campeones salieron muy fuertes y apretaron mucho en defensa a Kansas City, que llegó a rozar la veintena de desventaja y se vio con media final perdida al descanso (41-27).
En la reanudación, los 'Wildcats' continuaro con su dominio, pero los 'Jayhawks' acertaron a reaccionar, su mejor cualidad este año, de forma tardía y con un parcial de 3-13 pusieron algo de incertidumbre a menos de dos minutos para el final (62-57). Los de Calipari, que logró su primer título como técnico, no se descentraron y su temple desde la línea de tiros libres y un nuevo apagón ofensivo rival les dio la victoria.