MADRID, 12 Feb. (EUROPA PRESS) -
El Real Madrid, aún tratando de digerir la derrota en la final de la Copa del Rey de Málaga, debe levantar la cabeza para solventar mañana su pase a los cuartos de final de la Uleb Cup ante el Alba Berlín en Vistalegre, al que ya venció en la ida en alemania 65-74.
Cansado, decepcionado y arrollado, el equipo regresa a Madrid tras perder el primer título, con lo que Joan Plaza deberá hacer su primer gran ejercicio de psicología para sacar de su tristeza a un grupo que llegaba a Málaga dispuesto a sumar su primer título tras un arrollador inicio de año y que se vio claramente superado ayer.
A los blancos no les salió nada durante el primer cuarto y muy poco en el resto del partido, pero la mejor parte del deporte es que permite las revanchas en un corto período de tiempo, y mañana los jugadores confía en que el Alba Berlín pague los platos rotos y dar una alegría a su público tras la decepción de Málaga.
En ninguno de los tres partidos coperos los de Plaza han mostrado la misma entidad y solvencia que durante la primera vuelta de competición y la derrota sin peros de ayer confirma que los blancos no llegaban en su mejor momento y que el cansancio y la responsabilidad pesaron.
A partir de mañana, y en el fortín de Vistalegre llega otra competición y el equipo debe mostrar su mejor cara para comenzar a olvidar el primer mal trago del año y meterse en cuartos, donde les espera, previsiblemente, el Estrella Roja, que ganó al Khimki 89-77 en la ida.
EL ALBA TRATARÁ DE APROVECHAR EL BACHE DE LOS MADRIDISTAS.
Por su parte, el Alba Berlín, que esta temporada ha sido ciertamente irregular, confía en aprovechar el bache de los madridistas para amargarles la noche y dar la vuelta a la eliminatoria.
Los de Henrik Rodl no quieren convertirse en víctima propicia de los de Plaza y verá el video de la final de Copa para tratar de emular al Barça y cortarles las vías de ataque a los blancos, que ayer desnudaron en el Martín Carpena todas sus debilidades, algunas que desconocidas esta campaña.
De todas formas, mucho deberán cambiar los alemanes, ya que en la ida demostraron ser muy inferiores a los blancos. De hecho fueron el único equipo que se metió en octavos con un balance negativo, ya que sólo sumaron cuatro victorias en los diez partidos de la primera fase, las mismas que los dos últimos Lukoil Academic y Ostende, aunque lograron el billete por la mejor diferencia de puntos.
Reyes, Hervelle, Sekulic y Hernández Sonseca deberán estar de nuevo muy atentos para frenar en la pintura al dúo estadounidense Chris Owens y Sharrod Ford, que lideraron al equipo segundo mejor reboteador en la primera fase, siendo el segundo, el mejor taponeador de la competición.
En la ida en tierras alemanas Owens fue el mejor del equipo con 21 puntos, mientras que Ford se estancó en apenas 6. Will Avery, máximo anotador del equipo, estuvo también discreto, mientras que Julius Jenkins sumó 14 puntos y también fue un quebradero de cabeza y confía en repetir mañana.
Los cuatro forman la columna vertebral del equipo alemán, líder de la liga alemana, aunque llega de perder en la última jornada ante el RheinEnergie, con el que comparte el primer puesto, además de con el EnBW Ludwigsburg en un triunvirato que comanda la competición.
