MADRID 3 Oct. (EUROPA PRESS) -
El Balonmano Ciudad Real comenzó la defensa de su doble corona de la Liga de Campeones con un sencillo triunfo (34-22) ante el Handboll, al igual que el FC Barcelona Borges, que cumplió con dos puntos (27-39) su asequible trámite en Suiza ante el Amicitia Zurizh.
El equipo de Talant Dujshebaev debutó con éxito en la máxima competición continental ante uno de los cuadros que, 'a priori' debería haberle complicado más el trabajo. Sin embargo, el poderío ofensivo de los manchegos se hizo patente tras un arranque arrollador en los primeros compases, cuando ya comandaba el choque por 5-0.
No fue hasta el minuto ocho cuando los daneses abrieron su cuenta anotadora al superar por primera vez a un Arpard Sterbik hasta el momento infranqueable. Con el partido madurándose, la diferencia de los ciudadrealenses fue incrementándose tras la velocidad en las recuperaciones de Roberto García Parrondo y Jonas Kallman, y tras las innumerables pérdidas de los nórdicos.
En la segunda mitad, la tónica se mantuvo. Los aciertos visitantes se conjugaron con la rapidez a la contra de los vigentes campeones europeos, que repitieron las mismas sensaciones con que alzaron con su tercera corona el pasado 31 de mayo frente al THW Kiel.
De este modo, la defensa del cuadro de Copenhague, fijada en un 6-0 posicional, y su portero Kasper Hvidt, ex del Barça, Portland San Antonio y Ademar de León, apenas pudo detener el avance de un Ciudad Real lanzado que pone tierra de por medio en el primero de sus compromisos del formato novedoso de esta 'Champions'.
EL FC BARCELONA BORGES COMPLETA EL PLANTEL DE VICTORIAS
Por su parte, el FC Barcelona Borges, otro de los aspirantes para llegar a la flamante 'Final a Cuatro' de Colonia, debutó con una sencilla victoria (27-39) ante el Amicitia Zurich, en un encuentro marcado por el mal inicio de los azulgrana, que no llegaron a distanciarse en el marcador hasta bien mediada la segunda mitad.
El conjunto catalán llegó a Suiza contagiado por el frío ambiente de un Saalssporthalle con apenas 800 espectadores y por un comienzo lleno de imprecisiones que facilitaron la ventaja helvética (6-1), y que obligó a Xavi Pascual a parar el partido para re-estructurar la dinámica de sus pupilos.
A partir de este momento, el bloque barcelonista alternó rápidos contraataques con paradas de David Barrufet para endosar a los locales un parcial de 2 a 8 que les metieron en el partido para acabar los primeros 30 minutos igualados, en gran medida por el acierto anotador del lateral alemán, Henrik Behrends (7 goles).
En el segundo tiempo, el cansancio de los locales, unida a la insistente intensidad de la zaga blaugrana, de los contragolpes de Cristian Ugalde y Víctor Tomás y del acierto desde los siete metros de Rutenka, permitió al Barça encarrilar el luminoso hasta la docena de tantos de ventaja, toda certificada en el final del lance.