MADRID, 17 Dic. (EUROPA PRESS) -
La selección francesa femenina de balonmano superó (31-28) a la de Noruega este domingo para conquistar su tercer Mundial, en la revancha de la final de hace dos años, celebrada en el Jyske Bank Boxen de Herning, Dinamarca.
Francia, que ya ganó a la anfitriona en el último partido de la 'Main Round', se quedó un clásico del balonmano femenino. La tercera final de un Mundial entre ambas en los últimos cuatro años sonrió esta vez a Francia, como en 2017, para destronar a las noruegas.
La campeona olímpica se subió al trono mundial con una brillante final, con opciones para ambas en constantes giros de guion. El primer tiempo fue trepidante, con un 20-17 con gran pegada de las galas (80% de efectividad), aunque las noruegas no se quedaron atrás.
Tamara Horacek lideró a Francia, pero en el segundo tiempo entraron en acción las porterías con Katrine Lunde y Hatadou Sako. Las galas evitaron la épica noruega en los instantes finales y manejaron una renta que no dejaron escapar en la séptima medalla mundial con un Olivier Krumbholz que dejará el banquillo en los Juegos Olímpicos de París 2024.
En el partido por el tercer puesto, Dinamarca superó (28-27) a Suecia para colgarse su cuarto bronce Mundial. Ambas coanfitrionas del torneo, Dinamarca fue la que se desquitó en parte de la amarga derrota en semifinales contra Noruega, capaz de hacer borrón y cuenta nueva con una fuerte entrada que les dio buena renta (5-1).
La selección sueca reaccionó tras un tiempo muerto y convirtió el duelo en un gran tú a tú en busca de su primera medalla en un Campeonato del Mundo. Olivia Mellegard y Linn Blohm llevaron hasta la última jugada a las suecas, pero Dinamarca venció con el último gol de Kristina Jorgensen. La danesa Mie Hojlund fue la MVP.
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