PALMA DE MALLORCA, 19 Oct. (EUROPA PRESS) -
El golfista español José María Olazabal se mostró "muy dolido", por su juego en la primera jornada del Mallorca Classic, donde firmó una tarjeta de 78 golpes (+8), que le deja prácticamente sin opciones de pasar el corte salvo un "milagro", como reconoció el propio guipuzcoano.
Tras realizar una excepcional Ryder Cup, donde ayudó al equipo europeo a vencer al americano, Olazabal no quiso poner excusas a su rendimiento en la primer jornada, ya que "no se pude jugar tan mal".
"Le he pegado a la bola fatal, no hay excusas. Duele, claro que duele muchísimo, 8 sobre par y dándole a la bola tan mal como le he dado hoy, duele ya sea en un torneo como éste o en una vuelta de entrenamiento", añadió.
En cuanto al hoyo 8, donde el golfista vasco realizó un dramático 'quíntuple-bogey', Olazábal mostró de nuevo su desencanto hacia su juego, ya que mandó dos bolas al agua en ese hoyo. "Dos fuera de límites, dos bolas al agua, en fin, de todo y nada bueno. ¡Voy a hablar con el dueño de la parcela a ver si me puedo hacer allí una casa!, ironizó.
Por otra parte, Sergio García que consiguió una discreta tarjeta de 70 golpes, en el par del campo, aseguró que fue un día "complicado", porque el "campo estaba bastante difícil con el viento", por lo que se va "contento" con su rendimiento.
De hecho, el golfista castellonense dijo que jugó de manera "decente" todo el día, y que el hecho de quedarse en el par del campo fue una "lástima". "Espero hacer una vuelta decente mañana", agregó.
Por último, García consideró que los cambios realizados en el campo están muy bien, porque "lo han mejorado muchísimo". Además, el golfista aventuró que "en un par de años estará fantástico", porque la hierba está un poco más consistente que ahora".
