Ciclismo/Giro.- (Ampl.) Di Luca (Liquigas) recupera la 'maglia' rosa tras ganar en la primera llegada en alto

Actualizado: miércoles, 16 mayo 2007 18:41

MONTEVERGINE DI MERCOGLIANO (ITALIA), 16 May. (EUROPA PRESS) -

El ciclista italiano Danilo Di Luca (Liquigas) se ha impuesto hoy al sprint en la cuarta etapa de la 90 edición del Giro de Italia, disputada entre las localidades de Salerno y Montevergine di Mercogliano sobre 153 kilómetros, por lo que recupera la 'maglia rosa' que vestía su compañero de equipo Enrico Gasparotto.

El vencedor se impuso en un apretado final a sus compatriotas Ricardo Ricco (Saunier Duval) y Damiano Cunego (Lampre), alejando además a este último a 54 segundos de la cabeza en la general, en un sorprendente epílogo a la que fue la primera llegada en alto de la ronda transalpina, pero que, no obstante, no marcó las primeras diferencias importantes que se presuponían en la previa.

De este modo, el triunfo de Di Luca en la primera llegada en alto de la ronda transalpina sirvió para obtener una primera ventaja sobre los dobles campeones del Giro Gilberto Simoni (Saunier Duval) y Paolo Savoldelli (Astaná), que llegaron a 35 y 54 segundos, incluidas bonificaciones, respectivamente, tras el corte que se produjo en las últimas rampas, que sitúa, además, al segundo a 1:07 y al primero a dos minutos en la general.

La subida definitiva, llena de curvas y de movimientos en el seno del pelotón, agotó la renta obtenida por la gran escapada del día, protagonizada por Irízar Aranburu (Euskaltel), Pavel Brutt (Tinkoff) y Yuri Krivtsov (ag23), en una cadena que tensó Leonardo Piepoli (Saunier Duval) y en la que el mexicano Julio A. Pérez Cuapio (Panaria) fue el último ciclista en intentar llegar en solitario.

Una jornada caracterizada, además, por una caída múltiple que se produjo a 83 kilómetros de la meta en la que se vieron implicados dos tercios del pelotón y entre cuyos principales damnificados estaba la 'maglia' rosa Enrico Gasparotto (Liquigas) y el vigente campeón del mundo, Paolo Bettini (Quickstep), y que motivó el aumento de la ventaja de Aranburu, Brutt y Krivtsov.

El corredor español contrarrestó siete kilómetros después el salto conjunto protagonizado por sus, posteriormente, dos compañeros de escapada, que, gracias a la caída a causa del hielo sufrida por el pelotón, alcanzaron una ventaja que los hombres del Saunier-Duval se encargaron después de disminuir imponiendo un ritmo muy alto en la cabeza del pelotón.

La reanudación del Giro después de la jornada de descanso y tras el traslado desde Cerdeña a la localidad de Salerno, al sur del país, en la península itálica, se produjo, debido a las constantes caídas, de forma accidentada. La primera llegada en alto de la prueba, con la subida a Montevergine en los últimos casi 20 kilómetros de la prueba, se tornó en lo dura que se presuponía, pero no marcó importantes diferencias.

UNA CIMA SIMBÓLICA

Los escasos dos minutos de renta con los que afrontó el trío de cabeza la última subida se erigieron en escasos, pese al intento de destacarse de Brutt a 15 kilómetros de meta, para la aventura de coronar la simbólica primera subida en alto de este Giro, que ya elevaron a Gilberto Simoni en 2001, o Damiano Cunego en 2004, a la postre ganadores de la general.

El Liquigas se ponía al frente del intento de deshacer la escapada y Danilo Di Luca manifestaba su condición de líder natural del equipo, pese a la segunda 'maglia' rosa de Gasparotto, sobre todo, cuando este último se descolgaba como estaba previsto.

Mañana, se disputa la quinta etapa, que saldrá de la localidad italiana de Teano para finalizar en Frascati, sobre un accidentado recorrido de 173 kilómetros.