DENVER (ESTADOS UNIDOS), 21 Jul. (EUROPA PRESS) -
Un antiguo compañero en la especialidad de 'mountain bike' de Boulder (Colorado) acusó este viernes al actual líder del Tour de Francia, Michael Rasmussen, de intentar incluirle en una red para el intercambio de sustancias dopantes en Italia hace cinco años.
Así, Whitney Richards afirmó que Rasmussen le preguntó en marzo de 2002 si podía llevar un par de zapatillas de ciclista cuando Richards fuera a Italia. Pero cuando abrió la caja, Richards afirma que encontró 14 bolsas llenas de sustitutivos de sangre humana, que se inyectaba con drenajes.
El ex ciclista de 31 años explicó que decidió hacer pública su historia, después de que el corredor danés prometiera a los aficionados que podían confiar en su inocencia. En la rueda de prensa posterior al final de la etapa de ayer, Rasmussen reconoció que el nombre de Richards le era familiar, pero declinó comentar nada más.
"Es un chico muy bueno", afirmó Richards, "esta es la única cuestión que le puede salpicar con este tipo de embrollos. Es un deportista con mucho talento y muy ligero. No es un monstruo, sólo tomó una mala decisión y entonces se acercó a mí y me vi envuelto en todo ello".
Las palabras de Richards fueron anunciadas en la agencia 'Velonews', el ex corredor americano afirmó que lo sentía "por Rasmussen, el Tour y el ciclismo, pues no es fácil ponerle una mancha más a este deporte", pero que en su corazón sabía que estaba "haciendo lo correcto, tanto eticamente como por integridad, tenía que decir algo al respecto".
Según Richards, el actual líder del Tour y él se hicieron amigos cuando el danés fue a Colorado en 2001 para preparar el Mundial de Vail. Cuando volví a Italia, Rasmussen me pidió que le llevara sus zapatillas y al colocar las cosas en las maletas fue cuando descubrí las 14 bolsas con la etiqueta de "Biopure".
Temeroso de tener alguna sustancia prohibida ensu poder, Richards acudió a un médico de confianza que le explicó el contenido de las bolsas. Entonces, Richards no quiso dar a conocer las sustancias a las autoridades, pues iba a "abandonar Italia al día siguiente", se justificó.
Al reencontrarse con Rasmussen, Richards mostró su malestar al ciclista danés, lo que provocó un distanciamiento entre ambos. No en vano, Richards afirma ahora que no ha vuelto a charlar con Rasmussen desde aquel enfrentamiento, pese a lo cual sí le ha visto competir en varias carreras.
