SAO PAULO (BRASIL), 22 Oct. (EUROPA PRESS) -
La Federación Internacional de Automovilismo (FIA) no sancionó finalmente a BMW-Sauber y Williams con la descalificación de sus pilotos por tener irregularidades en las temperaturas del combustible y el título de campeón del mundo continuó en poder del finlandés Kimi Raikkonen.
El organismo investigó a los dos equipos por las variaciones en las temperaturas de sus combustibles durante la carrera de Interlagos, en alusión al artículo 6.5.5 que dictamina que no puede haber más de diez grados celsius de diferencia por debajo de la temperatura ambiental, que en el circuito brasileño era cercana a los 37 grados.
Según un comunicado de la FIA, había variaciones entre los 14 y los 12 grados durantes los repostajes de los pilotos implicados (Heidfeld y Kubica --BMW-Sauber-- y Nakajima y Rosberg --Williams--), y estas temperaturas del combustible, según los expertos, otorgan ventaja a los monoplazas, lo que sería una vulneración del reglamento y la consiguiente exclusión.
Sin embargo, el organismo no sancionó a los pilotos por faltas de pruebas suficientes para demostrar si el combustible había sido alterado (congelado) y dejó la clasificación como Interlagos había dictado.
Y es que el caso de que la FIA hubiese decido sancionar a los pilotos y sus resultados, Rosberg, Kubica y Heidfeld habrían perdido los puntos obtenidos por acabar en cuarta (5), quinta (4) y sexta posición (3), respectivamente y habrían provocado el ascenso hasta la cuarta posición de Lewis Hamilton.
De este modo, el piloto inglés habría sumado cinco puntos, tres más de los que logró y que le habrían hecho tener 112, dos más que Raikkonen, vencedor en Interlagos, y que le convertirían en el nuevo campeón del mundo de la F-1.
Así, el gran 'circo' cierra con una nueva tormenta su campaña 2007, marcada por los despachos, tan protagonistas como los propios pilotos y de los que salieron decisiones que marcaron parte del campeonato.
