FUJI (JAPÓN), 30 Sep. (EUROPA PRESS) -
El español Fernando Alonso (McLaren-Mercedes), que tuvo que abandonar hoy el Gran Premio de Japón tras sufrir un accidente en la vuelta 41, reconoció que, aunque "no hay que tirar la toalla, sí hay que ser realistas y el Mundial está muy difícil".
El piloto asturiano afirmó desde la zona de boxes al término de la carrera que "de no producirse un abandono de Hamilton, que no ha tenido ninguno en toda la temporada, está muy complicado poder conseguir el título. No va a ser nada fácil robarle seis puntos en cada una de las carreras que quedan, porque tiene dos oportunidades para cerrar el Mundial".
Pese a ello, el hoy contrariado bicampeón del mundo dejó claro que dentro de siete días acudirá a China "a dar lo máximo". "Hay que hacerlo con más razón que nunca, porque es la única opción que tenemos, si fallamos nosotros solos no nos sirve de nada un error de Hamilton", explicó al tiempo que sacó una mínima lectura de una situación tan adversa: "Ahora, eso sí, pelearemos con menos presion, lo cual me puede ayudar".
No obstante, Alonso quitó hierro a lo sucedido hoy sobre el remozado y empapado trazado de Fuji: "No creo que sea de los peores momentos de mi carrera". "Aquí haga lo que haga me siguen pagando igual, lo realmente difícil era pilotar en karts cuando había que ganar para poder seguir corriendo", explicó.
Sobre su abandono, el asturiano afirmó que "no hay que darle demasiadas vueltas". "Ha sido una carrera en unas condiciones muy malas con muchos riesgos y en uno de los numerosos 'aquaplaning' que hemos padecido, he tenido la mala suerte de toparme con el muro".
Al analizar la carrera, Alonso lamentó que "en el inicio de la prueba cuando iba más rápido" su vehículo, no pudo "aprovechar para sacar un mayor premio". "Pero con la estela de agua del coche de delante no veía nada y no sabía donde estaba, si cerca o lejos de Hamilton, por lo que tenía que frenar a ciegas".
Pero en el primer paso por 'boxes' todo cambió. Desde entonces, "el coche iba realmente mal, muy despacio, cargamos unos 90-100 kilos de gasolina en el depósito con idea de no tener que volver a entrar, pero con tanto peso los neumáticos se destrozaron en apenas 2-3 vueltas y tardaron bastante en dejarnos ir rápido otra vez".
Por último, sobre el incidente que protagonizó en la vuelta 35 al ser arrollado por el Toro Rosso de Sebastian Vettel, Alonso explicó que el coche salió "tocado" del golpe. "Era muy raro, porque se iba de atrás, pero a la salida de las curvas se iba por delante". Lo más frustrante para el asturiano fue que "desde dentro del coche no veía que podía tener", pero lo que está claro es que "no era ninguna ayuda en estas condiciones".
