MADRID 8 May. (EUROPA PRESS) -
El centrocampista de Osasuna, Emiliano Armenteros, ha asegurado este miércoles que los últimos partidos de Liga BBVA, en los que su equipo lucha por alcanzar la permanencia, "se juegan con el corazón", y ha mostrado su deseo por poder disputar minutos este sábado en el Reyno de Navarra ante el Getafe (20.00 horas), "una final".
"Para mí es una final, porque en caso de perder sería muy complicado y, además, nos dejaría muy tocados. Ganar nos servirá para levantar el ánimo y para afrontar los partidos que quedan con un poco más de tranquilidad; pero sólo con un poco", declaró en rueda de prensa.
Además, el argentino apuntó la emotividad que habrá en este duelo, en el que buscan tres puntos para alejarse del descenso. "Es un partido que hay que jugarlo con el corazón. Es un partido en el que necesitamos a la afición del minuto 1 al 95", señaló.
"Vamos a hacer lo imposible para seguir en Primera. Nos beneficia a todos, igual que bajar nos perjudica a todos. Cada uno hacemos lo imposible para ganar cada partido, para intentar que la racha cambie y poder disfrutar todos, nosotros y la gente que va a venir a apoyarnos. Necesitamos de ellos; que nos apoyen del minuto 1 al 95", afirmó.
Armenteros reconoció sentirse motivado para este partido. "Todos, aunque con edades diferentes, con más o con menos experiencia, hemos disputado este tipo de partidos. Yo lo jugué la pasada temporada en la última jornada con el Rayo y ante el Granada. Por tanto, estamos mentalizados para ello y estamos mentalizados para darle algo de tranquilidad a las familias. Le pueden preguntar a mi mujer y mis hijos el año que les estoy dando cada vez que perdemos", indicó.
También saben que el Getafe no va a regalar nada, ya que Europa está en su objetivo más próximo. "Los puntos dicen que el Getafe llega con aspiraciones europeas y van a pelear por eso. Pero nosotros tenemos que pensar en lo que nos jugamos y no en cómo llega el rival. Los goles no nos los van a regalar y tendremos que buscarlos. Llegar a portería y marcar", subrayó.
El argentino recordó el partido de ida ante los madrileños, cuando el equipo cosechó una derrota después de que el colegiado Teixeira Vitienes decretase penalti por unas manos inexistentes de Oier. "Son puntos perdidos, da pena, pero no están. No creo que el árbitro se equivoque con mala intención. Aunque yo soy de los jugadores que más protesto, también pienso que al árbitro hay que dejarlo tranquilo y que haga su trabajo que bastante complicado es", apuntó.
Por último, aseguró que el conjunto navarro sólo mira su calendario y no está pendiente de los demás equipos. "No hay cuentas, porque tal y como está el tema puede pasar cualquier cosa. Hay que ganar el sábado y entonces seguiremos dependiendo de nosotros mismos", concluyó.