MADRID, 25 Oct. (EUROPA PRESS) -
El Atlético de Madrid afronta con ilusión y con la moral por las nubes su estreno en la fase de grupos de la Copa de la UEFA aunque es consciente de que el debut no será fácil, ya que se desplazará a tierras rusas para medirse al Lokomotiv de Moscú.
Los 'colchoneros' quieren trasladar su mejor momento de juego en la Liga española a Europa, donde son conscientes de que una victoria como visitante les daría muchas opciones de, logrando los puntos en el Vicente Calderón, sellar su billete para la siguiente ronda.
Un partido donde los rusos intentarán que a los madrileños les pase factura el tiempo, ya que confían que el gélido ambiente y el hecho de jugar en campo contrario les pueda beneficiar para afrontar también con garantías esta fase de grupos.
Sin embargo, las estadísticas favorecen claramente los intereses rojiblancos, ya que al Lokomotiv no se le da bien jugar contra equipos españoles como local, ya que en seis ocasiones que ha ocurrido esto, los rusos han encajado cuatro derrotas, un empate y tan sólo una victoria.
En el aspecto deportivo, Javier Aguirre seguirá con sus habituales rotaciones y tiene previsto hacer hasta seis cambios en el once inicial que ilusionó a la afición en la goleada ante el Zaragoza. Además, el mexicano, que se lleva a los canteranos Batres y Álex Quillo, no podrá contar con los lesionados Motta, Mista, Miguel de las Cuevas, Seitaridis y Reyes, que se quedaron en la capital para recuperarse de sus molestias.
Por su parte, el Lokomotiv de Moscú afronta con ganas su estreno en la UEFA, sobre todo para olvidar el empatar con el Luch-Energia (1-1), uno de los modestos de la Liga rusa del pasado fin de semana. Los moscovitas, tras 27 jornadas disputadas, ocupan la séptima posición y están bastantes alejados del liderato del Zenit.
Además, el partido de hoy permitirá revivir un bonito duelo entre porteros italianos, que reeditarán uno de los clásicos del 'calcio'. Ivan Pelizzoli, que defiende la meta rusa, se volverá a reencontrar con uno de sus rivales Abbiati, viviéndose así un derbi romano, similar al que cuando uno defendía la elástica 'giallorossa' y el otro la 'lazial', respectivamente.
