El Barcelona afronta su clásico más cómodo ante un Madrid con ganas de revancha

BARCELONA/MADRID, 1 Abr. (EUROPA PRESS) -

El FC Barcelona afronta hoy su clásico más cómodo en el Camp Nou, con una renta de 11 puntos sobre el Real Madrid que convierte el partido en una oportunidad de definir la Liga, aunque todavía no de forma matemática, ante un rival herido en su orgullo por el 0-3 de la primera vuelta.

Para el Madrid, supone la última oportunidad para mantenerse vivo en la pugna por una Liga que desde hace meses se da por ganada en Barcelona y de su regreso al Camp Nou después de la humillación sufrida en el Santiago Bernabéu, donde el público se rindió con aplausos a la exhibición de Ronaldinho.

Aquella noche, puede que decisiva para el proceso de transformación en que se encuentra inmerso el equipo madrileño tras la dimisión de Florentino Pérez en la presidencia, continúa muy presente, sobre todo en los blancos, antes de esta nueva edición del gran clásico del fútbol español en el Camp Nou.

Para algunos se trata del Barcelona-Madrid más descafeinado de los últimos años, vista la gran distancia que separa a ambos equipos en la tabla, la más amplia de la Historia en un choque entre ambos conjuntos en feudo azulgrana y también por la atención del Barcelona a la Liga de Campeones.

El equipo de Frank Rijkaard recibe al Madrid entre medias de la disputa de la eliminatoria de cuartos de final del torneo europeo ante el Benfica, al que deberá ganar el próximo miércoles para acceder a las semifinales después del empate con el que acabó el choque del pasado martes en Lisboa (0-0).

El Barcelona afronta el clásico después de haber encadenado dos partidos seguidos sin marcar, en Lisboa y ante el colista de la Liga en Málaga (0-0), algo que no sucedía desde hace dos años, aunque los azulgrana niegan preocupación alguna, ya que dispusieron de numerosas y clarísimas ocasiones de gol.

Nadie olvida, además, que es el Barcelona el equipo más goleador de Europa, con 69 goles en 30 jornadas. Liderado de nuevo por Ronaldinho y Eto'o, que buscará mantener su particular racha ante el Real Madrid, los barcelonistas quieren acabar definitivamente con las esperanzas de su máximo rival.

El brasileño fue el protagonista indiscutible del duelo de la primera vuelta en el Bernabéu, donde marcó dos golazos que motivaron unos aplausos históricos de buena parte del público madridista, algo que no ocurría en un clásico desde una actuación del mítico Diego Armando Maradona en 1983.

Eto'o, por su parte, quiere seguir siendo la pesadilla del Madrid, el rival que más motiva al jugador camerunés, en su día repudiado por el club madrileño y que le ha marcado 10 goles en 15 partidos durante su carrera. De Eto'o fueron los primeros goles de los tres últimos clásicos, los tres que ha disputado.

La pasada campaña, abrió la noche en el Camp Nou (3-0) con un tanto sorprendente aprovechando con astucia un despiste entre Casillas y Roberto Carlos, y también puso el 0-1 en el Bernabéu, aunque el Madrid remontó ante su público (4-2); y en la actual, también inauguró el marcador del histórico 0-3.

Ahora, la cita vuelve al Camp Nou, donde los grandes ausentes por parte barcelonista serán Xavi, Messi, Márquez y Edmílson, todos ellos lesionados y que fueron titulares en el partido de la primera vuelta en el Bernabéu. Motta, Iniesta y Van Bommel volverán a tener una oportunidad de inicio.

Frank Rijkaard ya ha avisado que no piensa reservar a nadie para el partido del miércoles ante el Benfica y recupera para el clásico al capitán Carles Puyol, pilar defensivo del equipo, que se perdió los partidos de Lisboa y Málaga por sanción. Motta, como ante el Benfica, podría actuar de nuevo como central.

Con la pareja Puyol-Motta en el eje, Oleguer se desplazaría al lateral derecho, lo que sentaría al cuestionado Belletti, mientras que Gio ocupará el carril izquierdo. Iniesta, Van Bommel --debutante en un clásico-- y Deco formarían en la media, y en ataque estarán Giuly o Larsson, Ronaldinho y Eto'o.

El Camp Nou registrará un lleno absoluto y presentará su mejor cara. En las gradas se formará un gran mosaico formado por unas 90.000 cartulinas con el mensaje 'Sempre Barça', sobre un fondo azulgrana, y una 'senyera' catalana, que prácticamente cubrirá la totalidad el estadio al inicio del encuentro.

EL REAL MADRID APURA SUS ÚLTIMAS OPCIONES

Mientras, el Real Madrid viaja convencido de sumar una victoria que le permita abrir una mínima puerta a la esperanza liguera, pero, sobre todo, consolidar su segunda plaza, vital para no tener que disputar la previa de la 'Champions' y por la que pugnan, entre otros, Osasuna, a dos puntos de los blancos, y Valencia, a cuatro.

Convencidos de que un triunfo azulgrana supondría el adiós definitivo al título, los blancos no quieren asumir aún en voz alta que la Liga tiene dueño y agarrándose al 'mientras hay vida hay esperanza' viajan dispuestos a sumar los tres puntos para, además, dar una alegría a una afición que acumula últimamente sobresaltos y disgustos, sobre todo este temporada.

Sin embargo, dado que se trata de un clásico descafeinado, el mayor interés se centra en saber si el capitán Raúl podrá disputar de inicio su trigésimo clásico, después de haber disputado 29 y pese a que en los últimos partidos ha sido suplente.

No ver en el terreno de juego al capitán sorprendería, aunque eso supondrá hacer retoques en el once que ganó el pasado domingo al Deportivo (4-0) en una victoria que rompió una racha de cuatro empates consecutivos, los tres primeros a cero, y que ha sido una gran inyección de moral para el equipo.

Así, la presencia de Casillas bajo palos es segura, Salgado y Cicinho pugnan por el lateral derecho y Raúl Bravo y Mejía por ser el compañero de Sergio Ramos, pero las dudas se centran, sobre todo, en saber quién se quedará fuera en el centro del campo.

Beckham estaría en la derecha y Ronaldo en punta, pero las otras cuatro posiciones están en duda. Guti y Baptista repetirían en el centro del campo, en detrimento de Gravesen, mientras que Zidane o Robinho serían los sacrificados si finalmente, y como se espera, Raúl es titular.