BARCELONA, 13 Ene. (EUROPA PRESS) -
El Juzgado de Primera Instancia número 29 de Barcelona ha condenado al futbolista Raúl Baena a indemnizar al FC Barcelona con 530.000 euros por su marcha como centrocampista al RCD Espanyol porque la magistrada considera excesivo que el club azulgrana exigiera al joven más de tres millones y medio de euros por su marcha.
El 22 de abril de 2002, Baena --que entonces tenía 13 años-- y sus padres firmaron un contrato no profesional con el club azulgrana para la formación educativa y futbolística del joven en la Masia durante ocho años. También firmaron un precontrato para regular un eventual contrato profesional si la evolución del jugador era la adecuada.
Cinco años después y tras jugar en la selección española sub-17 y de que el filial azulgrana bajara a Tercera División, Baena pidió hacer la pretemporada con el Barça B pero el entonces entrenador del segundo equipo, Pep Guardiola, no lo consideró oportuno y Baena decidió fichar por el RCD Espanyol, donde juega en el segundo equipo como centrocampista.
El FC Barcelona le reclamaba más de tres millones y medio de euros como indemnización, de los que 30.000 corresponden a la extinción anticipada del contrato no profesional --que Baena consignó antes del juicio-- y el resto por incumplir una de las cláusulas del precontrato.
La defensa de Baena se opuso a abonar la cantidad reclamada porque era imposible que coexistan en el tiempo un contrato profesional con uno no profesional. Sin embargo, la magistrada considera que "se trata de dos convenios diferentes, cuya validez no es interdependiente".
No obstante, al juez califica la cláusula de "notoriamente desproporcionada" y considera que si la ratificara Baena se convertiría en un "jugador cautivo" del Barcelona por la imposibilidad de hacer frente a la indemnización y condenar al futbolista a abonar los más de tres millones de euros.
De ahí que le haya condenado a indemnizar al club azulgrana con 30.000 euros por la extinción anticipada del contrato no profesional y con otros 500.000 euros por la inversión que hizo el Barça en la formación futbolística y educativa del joven en "una de las mejores universidades del fútbol", así como por su alojamiento, manutención y los viajes de sus padres a Barcelona.