MADRID, 13 DE ENERO (EDIZIONES)
La Copa del Rey es una competición con un halo diferente a todas las demás. Es la competición donde los equipos modestos, de segunda división, segunda división B e incluso Tercera pueden hacerse un nombre y un hueco en la historia del fútbol nacional. Y es que esta competición da lugar a enfrentamientos de conjuntos humildes contra los más grandes, los de Primera División.
En muchas ocasiones, los más pequeños han ejercido de David y han acabado con el Goliath de Primera División. Es lo que pasó en la noche de ayer con el Mirandés y el Deportivo de la Coruña. El equipo burgalés ganó 0-3 en el partido de vuelta de los octavos de final, consumando la clasificación a cuartos.
No es nuevo en estas lides el equipo de Burgos. Ya consiguió en la temporada 2011-2012 clasificarse para cuartos de final venciendo a dos equipos de Primera, el Villarreal y el Racing de Santander. Se enfrentó al Espanyol en cuartos, al que fue capaz de ganar un partido, pero por una derrota en el partido de vuelta y por el valor doble de los goles fuera de casa, el Mirandés quedó fuera.

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Pero hay más. Esta misma temporada, por ejemplo, la del Real Madrid. Cierto que ha sido una eliminación frente al Cádiz en los despachos, pero sonada sí que ha sido. No es la primera vez que cae el conjunto blanco de manera escandalosa. Aunque las veces anteriores lo hizo, al menos, cayendo derrotado en el terreno de juego. Recordemos el famoso “Alcorconazo” del año 2009. El Madrid recibió un doloroso 4-0 en Alcorcón, y no pudo pasar de un 1-0 en el Bernabéu en el partido de vuelta.

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Un año antes, el Real Madrid cayó, también, estrepitosamente frente al Real Unión. Cayó en el primer partido en Irún por 3-2 y ganó en el Bernabéu 4-3, pero el valor doble de los goles sacó de la ecuación al conjunto blanco. Tampoco esta fue la primera vez en caer contra un equipo menor en Copa del Rey. En la temporada 2000-2001 ya lo hizo frente al Toledo por 2-1. Cierto que en ese momento, la competición se jugaba a un partido, pero aun con todo fue un batacazo.

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El F.C. Barcelona también tiene un par de ejemplos de derrotas dolorosas frente a equipos humildes. Uno de ellos fue la eliminación que sufrió por el Figueres en el año 2001. Era la primera ronda. El equipo dirigido por Charlie Rexach sucumbió por 1-0. La machada del Figueres no quedó ahí. Llegó hasta las semifinales, dejando por el camino a Osasuna, Novelda y Córdoba, sucumbiendo ante el Deportivo de la Coruña, quien sería a la postre el campeón de Copa.
Otra derrota dolorosa del Barcelona fue frente al Novelda en la temporada 2002-2003. Acabó perdiendo el partido (la competición era a un solo encuentro) por 3 goles a 2 y saliendo de la Copa del Rey por la puerta de atrás y en mitad de una crisis deportiva importante.
Estas son, probablemente, algunas de las más sonadas de la historia de la Copa del Rey. Hay más ejemplos, como el del Castilla de la “Quinta del Buitre” que se plantó en la final que acabó ganando el Real Madrid. Y es que la Copa del Rey tiene estas cosas, ese halo diferente que nos dice que cualquier cosa es posible.