MADRID, 27 Oct. (EUROPA PRESS) -
El entrenador del Sevilla, Unai Emery, ha lamentado el gol de Osasuna en la victoria de su equipo en el Sánchez Pizjuán (2-1), y ha asegurado que "tiene que doler mucho", pero se ha mostrado satisfecho de que el equipo haya tenido "aplomo suficiente" para lograr el triunfo.
"Ese gol de Osasuna nos tiene que doler mucho, por lo que nos pasó el domingo pasado, pero sí es verdad que hemos tenido aplomo suficiente para terminar con el resultado", declaró en rueda de prensa.
El técnico guipuzcoano asegura que habían hecho "un buen partido". "Quizá el pero es el gol que nos han hecho, con uno más y el partido controlado", añadió.
"Tenemos que insistir para que no ocurran situaciones como éstas. Seguiremos trabajando para mejorarlas, pero sí es verdad que la defensa, tanto Pareja como Carriço, ha hecho un buen partido... La disposición inicial del equipo ha sido buena. Hemos querido ir al principio a por ellos", analizó.
Emery reconoció que habían tenido "muchas situaciones en tres cuartos, de llegada", pero que "faltaba un poquito de claridad en la última acción". "El equipo estaba mejor colocado, no concedió contragolpes claros, creyendo que en esa línea encontraríamos el gol", afirmó.
Además, no ocultó que les benefició la rigurosa expulsión del osasunista Damià. "La expulsión nos ha facilitado las cosas, porque ellos seguían defendiendo, pero sus contragolpes eran menos claros. En el segundo tiempo era insistir y en situaciones puntuales afinar, tener un poquito más de eficacia, con los centros y llegadas al área, sorprender en segunda línea, como ha sido el gol de Rakitic, llegando desde atrás. Nos ha faltado marcar un tercero", indicó.
"No es fácil abrir esa línea, había que insistir porque al final las ocasiones van a llegar. Hemos tenido dos palos, muchas llegadas por banda, con pases en los que nos ha faltado la última pared buena... A partir de ahí, nos hubiera gustado con el 2-0 refrendar con un gol más y hacer un partido completo, pero no ha podido ser", señaló.
El preparador sevillista confesó que vivió el último tramo del choque con intensidad. "No son nervios, sino exigencia a la plantilla, cosas que estaba viendo que no me gustaban, sobre todo en defensa. Entiendo que está el cansancio. A algunos de los jugadores les faltaban cuatro metros para llegar a su posición y te pueden hacer un gol. Sí es verdad, que Iván ha cogido un poquito el mando después del gol de ellos, para tener el balón y tener esa posesión y ampliarla en el tiempo, que es lo que nos iba a dar un aplomo", explicó.
Por último, sabe que estos 13 puntos les acercan a Europa. "Hay que ser autocríticos, el Sánchez Pizjuán debe ser un fortín, pero tenemos cosas que mejorar y trabajar para que tengamos las credenciales y argumentos. Trabajo hay, pero nos falta, y puntos también nos faltan. Estoy muy ilusionado y comprometido en que vamos a hacer las cosas en el camino que buscamos", finalizó.
