ELCHE, 4 Jun. (EUROPA PRESS) -
La selección española se impuso a Egipto (2-0) en el amistoso disputado hoy en el Martínez Valero de Elche en el que mejoró la imagen del equipo de Aragonés respecto al último encuentro contra Rusia, pero que no estuvo a la altura de sus expectativas a escasos once días de su debut en el Mundial ante Ucrania.
España presentó el once que se perfila como titular de cara al primer partido en Alemania integrado por Casillas, Sergio Ramos, Pablo, Puyol, Antonio López, Albelda, Senna, Cesc, Raúl, Torres y Villa, y en el que, además de la apuesta por el 'siete' madridista, confirmaba el dúo Villa-Torres y entregaba la línea creativa al trío formado por Cesc, Senna y Albelda.
A diferencia de hoy, la anterior prueba ante Rusia, en la que Aragonés mantuvo la imbatibilidad en sus 20 partidos dirigidos como seleccionador con un balance de 12 victorias y ocho empates, demostró el problema que el conjunto español tiene con el gol, que ya fue su asignatura pendiente en la fase de clasificación.
Por otra parte, la zaga defensiva volvió a confirmar su seguridad maniatando al rival, que a balón parado fue casi de la única manera que disponía para crear alguna ocasión, gracias a la segunda línea de tres centrocampistas formada por Cesc, Senna y Albelda, que se desdobló en tareas ofensivas y defensivas.
Todo el juego español pasaba por los pies de Marcos Senna y Cesc Fábregas. Las ocasiones se sucedían. Villa y Reyes ofrecían mucha movilidad en punta y Raúl se desenvolvía con soltura como pieza de enganche entre líneas.
España había disfrutado ya de dos oportunidades, una para Torres, cuya internada por la izquierda fue desviada a córner por la defensa egipcia, y otra de Villa, tras jugada ensayada al recoger una falta sacada hacia atrás por Sergio Ramos, cuando llegó el gol de Raúl en el minuto 13 de la primera mitad.
El discutido jugador madridista, se encargó de silenciar las críticas vertidas hacia la selección y hacia sí mismo por su falta de gol, al recoger un rechace del portero a tiro de Antonio López. Raúl alcanzaba los 43 tantos en 94 partidos internacionales y tornaba su imagen para dar la vuelta a su vez a la de la propia España.
El meta egipcio Al Hadari había compartido méritos con el oportunismo del madrileño a partes iguales en el primer gol español y sólo seis minutos después se encargó de refrendarlo con otro rechace a un disparo del jugador del Arsenal Cesc desde fuera del área.
ESPAÑA PIERDE EL BALON Y EGIPTO SE ACERCA A CASILLAS.
Egipto empezó a acercarse a la portería de Casillas cuando España perdió el balón mediada la primera mitad, y una opotunidad para cada equipo coparon el protagonismo de ahí al descanso, en un partido que perdió ritmo y vitalidad y que se endureció por instantes, con tarjetas incluidas para Senna y Albelda.
Así, en el minuto 38 el centrocampista egipcio Aboutrika la protagonizó para el conjunto dirigido por Hassan Shehata, al revolverse en el área y lanzar a la izquierda de Casillas, y Villa en el contrario, al rematar de manera forzada una ocasión que se inventó Torres en la izquierda a dos minutos del descanso.
La selección de Aragonés no estaba a la altura de las expectativas y el campeón de Africa, que se quedó fuera del Mundial en favor de la primera cita mundialista de Costa de Marfil, se había descubierto como un rival duro y serio en defensa, pero falto de experiencia y calidad.
Aragonés dio entrada a Xavi y Xabi Alonso en sustitución de Senna y Albelda para refrescar el 'cerebro' de España, e intentó abrir el campo con la entrada del sevillano José Antonio Reyes, que imprimió verticalidad y mayor ritmo al equipo.
Egipto seguía acercándose a Casillas, como en un balón al área que Puyol despejó en semifallo seis minutos antes del gol de Reyes en el 56. El jugador del Arsenal lanzó magistralmente una falta a la escuadra izquierda de Al Hadari que proporcionó la tranquilidad a España y que disminuyó la voluntad de los egipcios en su afán por empatar.
No obstante, el campeón africano tuvo un par de ocasiones por medio de Aboutrika y Ali, en los minutos 69 y 77 respectivamente a punto estuvieron de poner el empate en el marcador sino hubiera sido por dos brillantes intervenciones de Casillas.
El partido fue diluyéndose en imprecisiones entre el afán de los españoles por matarlo y el de los africanos por hacerlo resucitar.
Finalmente el marcador se mantuvo presidido por el 2-0 y España se demostró a sí misma que tiene profundidad en el banquillo, que puede acudir a ciertas variantes ofensivas en su juego, como la opción de Reyes o del hoy no utilizado Joaquín, y aumentó su confianza de cara al Mundial.
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