BARCELONA, 8 Sep. (EUROPA PRESS) -
El masajista Angel Mur, uno de los personajes más carismáticos del vestuario del FC Barcelona durante las tres últimas décadas, que este año ha abandonado el club después de 33 temporadas, acudió hoy al Camp Nou para despedirse de la plantilla y también de los medios de comunicación en una rueda de prensa en que manifestó que se marcha, pero que, "con el permiso de mi señora, el Barça y yo seguiremos siendo un matrimonio".
Mur, que acaba de cumplir 65 años, se jubila para estar con su mujer y agradece el "apoyo" que ha recibido del Barcelona tras comunicarle su decisión, que argumentó asegurando que "lo más importante en la vida es la familia, en este caso a mi mujer, y tengo la obligación moral de estar al lado de ella". El Camp Nou le rendirá un merecido homenaje mañana antes del partido de Liga ante Osasuna.
En tono distendido, ya que quería que su rueda de prensa fuera "como el club de la comedia y no el habitual baño de lágrimas de las despedidas", se mostró agradecido por el "exquisito" trato que siempre ha recibido y dijo estar "encantado" con el homenaje que le ha preparado el Barça, mañana sobre el césped del Camp Nou, aunque admitió que "no soy partidario de los homenajes porque a los tres días te ponen la cajita y te llevan".
Se marcha del Camp Nou toda una institución. Llegó al Barcelona en 1971 para tomar el relevo de su padre, Angel Mur Navarro, que le enseñó la profesión y que se había incorporado al club 36 años antes, en la gira por México y Estados Unidos en 1937. Angel Mur hijo ha sido -- como su padre, ya fallecido-- algo más que un masajista, pues a su buena labor médica se une la de confesor y consejero de generaciones de futbolistas.
Durante sus 33 temporadas en el Barcelona, han pasado por sus manos algunos de los mejores jugadores de la historia del club y del fútbol en general, como Johan Cruyff, Diego Armando Maradona, Bernd Schuster, Romario da Souza o Ronaldinho de Assis, entre otros, y ha sido testigo de los mayores éxitos del equipo azulgrana, entre ellas las dos victorias en la Copa de Europa (1992 y 2006).
En su adiós, Angel Mur no quiso acordarse de ningún jugador del Barcelona en concreto, "pero sí de uno de la Real Sociedad que me dijo 'a ver si te retiras ya', y que ha tardado 30 años pero lo ha conseguido", bromeó, y también comentó que no cree que haya dejado más huella en el vestuario que muchos jugadores que han pasado por el Barcelona. Además, dejó claro que siempre estará vinculado al Barcelona.
"El Barça no me echará de menos porque seguiré aquí, ni yo al club porque lógicamente estaré. Con el permiso de mi señora, el Barça y yo seguiremos siendo un matrimonio", comentó, en un día que según dijo es "de alegría máxima". Mur también desveló que en la vuelta del Barça a la pretemporada, estaba de vacaciones --"las más largas de mi vida"-- y que prefirió no ver los informativos por televisión para no "ablandarse".
Con la marcha de Angel Mur y la remodelación de los vestuarios del Camp Nou, también se va el 'museo' de objetos y recuerdos que había ido acumulando durante años como masajista del Barça y de la selección --estuvo en cuatro Mundiales, entre 1978 y 1990--, entre los que figuranun trozo de césped del estadio de Wembley o los guantes utilizados por Urruti en Valladolid el día que el Barça ganó la Liga 84/85.
La colección del carismático masajista del Barcelona permanece ahora "bien guardada" en una habitación en las instalaciones del Barcelona, ya que este verano se han realizado obras en el vestuario para modernizarlo, y en próximas fechas se decidirá su nueva ubicación, según explicó el propio Mur en la que fue su primera y última comparecencia en la sala de prensa del Camp Nou.
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