Fútbol/Candidatura.- (Previa) La experiencia de Estados Unidos, Japón y Corea, contra la bisoñez de Australia y Qatar

Actualizado: miércoles, 1 diciembre 2010 16:06

MADRID, 1 Dic. (EUROPA PRESS) -

Tres países con experiencia en organizar mundiales, Estados Unidos, Corea del Sur y Japón, un país pequeño, pero con mucho potencial como Qatar, y otro que es casi un continente como Australia se presentan para ser elegidos sede del Mundial de 2022, una cita que tomará el relevo de la de 2014 en Brasil y la de 2018, por la que pugnan cuatro candidaturas europeas.

La elección se presenta tremendamente abierta, ya que los miembros del Ejecutivo de la FIFA deberán decantarse por repetir sede para asentar el fútbol en mercados emergentes o ampliar sus fronteras a otros destinos todavía poco consolidados y cuestionados.

La candidatura de Estados Unidos es considerada en esta ocasión una apuesta mucho más segura que cuando albergó la cita en 1994. Entonces, el fútbol era un deporte minoritario en el país y la cita no tuvo la relevancia que en otras ocasiones.

Sin embargo, el Mundial permitió al balompié ir ganando relevancia, como lo ha hecho la MLS, la liga estadounidense que ha ido creciendo con el éxodo de grandes figuras europeas, lideradas por David Beckham o Thierry Henry, sumado a la llegada de futbolistas estadounidenses a competiciones europeas como la 'Premier League'.

La selección de las 'barras y estrellas' ha ofrecido una buena cara en sus presencias en la escena mundial desde entonces, destacando la final de la Copa Confederaciones, tras eliminar en semifinales a España, luego campeona en Sudáfrica, cita donde se quedaron a un paso de los cuartos de final (eliminados en la prórroga por Ghana).

Otro aspecto positivo es el hecho de que Estados Unidos cuenta con una experiencia inigualable en la organización de grandes citas, que tiene ya preparada la mayor parte de las infraestructuras deportivas, que podría albergar a millones de espectadores, con algunos de los estadios más grandes del mundo.

Sólo la existencia de césped artificial en algunos recintos, que serían modificados, podría actuar en su contra, o la menor capacidad logística de alguna de las sedes figuran en su debe, pero, a 12 años, vista, todas las necesidades estarían cubiertas y más por la gran potencia universal.

AUSTRALIA ASPIRA A DAR LA SORPRESA.

Por su parte, Australia, es de las candidaturas menos protagonistas para la votación, pero las sorpresas no existen en este tipo de cita. Con la experiencia exitosa de los Juegos Olímpicos de Sydney, el apartado de infraestructuras no ofrece riesgos, aunque en su contra tiene, por ejemplo, que el Mundial se celebraría en invierno, aunque también ha sucedido en Sudáfrica y no ha sido impedimento.

Tampoco tiene excesiva tradición el fútbol en el país, opacado, como ocurre en Estados Unidos, por otros deportes de equipo, aunque también en los últimos años podido emerger. Tras 32 años de ausencia, Australia regresó al Mundial en Alemania 2006, donde alcanzó los octavos de final y enseñó al mundo la pasión de su afición.

Sin embargo, decidió dar el salto y pasar a formar parte de la Confederación Asiática, donde se ha convertido en una potencia. Más problema supone la expulsión de uno de los miembros del Comité Ejecutivo, el tahitiano Reynald Temarii, que preside la Confederación de Fútbol de Oceanía y cuyo voto sería para Australia, que sigue intentando ganar adeptos.

De hecho, hasta el último momento ha estado intentando que el suspendido fuera sustituido por David Chung, de Papúa Nueva Guinea, ya que con sólo 22 miembros en el Ejecutivo cualquier voto puede ser decisivo.

JAPÓN Y COREA QUIEREN CAMINAR SOLAS.

Por su parte, Japón y Corea del Sur, anfitrionas exitosas de la cita de 2002, la única conjunta que ha permitido hasta ahora la FIFA, aspiran a demostrar ahora que son capaces de caminar solas, y utilizarán su experiencia de los últimos años.

La tecnología es la mayor baza de la candidatura nipona, que espera repetir en solitario con un proyecto ya consolidado, ya que la mayoría de los estadios ya están construidos.

Japón es la tercera economía del mundo y aúna las ideas modernistas --pretende transmitir los partidos en '3-D' en pantallas gigante-- con sus tradiciones milenarias y entremezcla comercios antiguos con los modernos rascacielos en una apuesta espectacular en tecnología y afición.

Así, desde la tierra del sol naciente se confía en el "factor sorpresa" para ganar la carrera mundialista. El jefe de la candidatura ha señalado que Estados Unidos es la "mayor amenaza" para su proyecto debido a la capacidad de los estadios y los aficionados potenciales que puede asistir.

Mientras, para Corea del Sur, los problemas con su vecina del norte se presentan como un punto demasiado importante para la FIFA, sobre todo agravados por el recrudecimiento del conflicto en los últimos tiempos. Sin embargo, confían en que este lastres pueda convertirse en una baza y argumentan que la celebración del Mundial podría ser una gran ayuda para la pacificación de la península.

Entre otros aspectos positivos, cabe destacar el gran ambiente que hubo hace ocho años y las infraestructuras del país, ya que tiene estadios muy modernos y con fácil accesibilidad. Así, su nivel futbolístico --primer equipo en llegar a semifinales en un Mundial-- y la gran afición por el deporte rey puede que sea de gran ayuda para la candidatura.

Finalmente, Qatar cuenta con el apoyo de numerosas personalidades del mundo del fútbol, desde Zinedine Zidane a Josep Guardiola, pero las altas temperaturas son su principal obstáculo. La FIFA ya ha señalado que los casi 50 grados que se alcanzan en el país son "un riesgo para la salud", algo que ya apartó a la capital Doha de la carrera olímpica por 2016.

Sin embargo, desde la candidatura afirman que ya han logrado solucionar el problema del calor instalando acondicionadores de aire, con lo que las temperaturas disminuirían hasta unos 27 grados.

Si Qatar logra albergar el Mundial, se convertiría en la nación más pequeña que celebra una Copa del Mundo desde que Uruguay lo hizo en la primera edición de 1930. El país de Oriente Medio, que actualmente cuenta con 50.000 habitaciones de hotel, necesitaría ampliar el número para cumplir los requisitos de la FIFA.

Estos problemas, sumados a algunas tradiciones del Islam, están el lado negativo, pero hay una iniciativa que gusta mucho a la FIFA, ya que tras el torneo, Qatar daría una función doméstica a los estadios para que el desarrollo del fútbol continúe en Oriente Próximo.