CADIZ 23 Ago. (EUROPA PRESS) -
El portero del Cádiz Armando Riveiro declaró hoy, tras los entrenamientos de la plantilla amarilla en las instalaciones deportivas de El Rosal, que tanto él como sus compañeros tienen "ya las pilas recargadas" para afrontar esta nueva temporada.
El meta comenzó destacando el buen clima existente en el seno de la plantilla. "En el vestuario tenemos el ambiente de siempre, muy bueno. Lo que pasa es que tenemos muchas ganas e ilusión, porque la temporada está a punto de comenzar. El año pasado fue un año duro y estamos necesitados de alegrías", comentó.
Armando rememora aún el final de la temporada pasada, puesto que "el descenso fue un palo duro". "Fuimos muriendo lentamente y el final de temporada fue muy difícil, pero ya hemos cambiado el 'chip' para afrontar el nuevo año", destacó.
En cuanto al posible once que ponga en liza el entrenador Oliverio Alvarez el domingo, en especial con respecto a la portería, reconoció tener "incertidumbre", como "todos los compañeros". "Toda la plantilla está expectante para ver el once que sacará contra el Vecindario", apuntó.
"Por ello, mi único trabajo es entrenar, luego el 'míster' decidirá. No tengo ni idea sobre el portero que estará el domingo, no entro en comentarios", agregó.
El guardameta cadista restó importancia a su actuación en el partido de la final del Trofeo Carranza. "No fue el partido de mi vida, estuve algo enfadado por los dos goles encajados. Lo que pasa es que luego, en los penaltis, todo se tornó en una alegría increíble. El gozo fue grande por varias cosas, por todo lo que sufrimos el año pasado y porque hacía tiempo que no ganábamos el trofeo, eso sube la autoestima", explicó.
Por último, Armando siguió recordando la alegría vivida el sábado. "Valoro mucho lo conseguido este fin de semana. Llevo aquí muchas temporadas y he conseguido el trofeo ahora. Estaban mis hijos disfrutando, viéndome, y también la afición quiere mucho este trofeo. Es una alegría para todos y disfrutamos mucho", concluyó.