BARCELONA 22 Feb. (EUROPA PRESS) -
El entrenador del FC Barcelona, Frank Rijkaard, se mostró resignado tras la derrota de su equipo ante el Liverpool (1-2) en el partido de ida de los octavos de final de la Liga de Campeones, y atribuyó la derrota al efecto "moral" que tuvo el gol del empate del equipo inglés justo al final del primer tiempo y a la "falta de forma" de sus jugadores, ya que considera que el Barcelona pudo "matar" el partido.
Rijkaard apuntó en varias ocasiones a la "falta de forma" de sus jugadores para justificar la derrota y, sobre todo, destacó el golpe "moral" que supuso el primer gol del Liverpool, que se produjo tras un error de Valdés, aunque quiso disculpar al portero.
Según dijo, los dos goles fueron "algo extraños", aunque cree que "un gol siempre empieza antes" y lamentó que sus jugadores permitieran al Liverpool sacar la falta de la jugada del primer gol con rapidez y no estuvieran "atentos" en los marcajes.
En su opinión, el Barcelona dominó la primera parte y tras marcar el 1-0 pudo "ir a más, pero después ha bajado el ritmo y era el momento para haber apretado más y marcar la diferencia". "El primer gol que hemos encajado ha sido complicado moralmente y ha dado más fuerza al Liverpool". "Después, simplemente no hemos tenido la fuerza o la forma para cambiar el partido", sentenció, reiterando después varias veces que pudieron "matar" el partido.
El técnico holandés cree que su equipo sufrió una "combinación física y mental". "Cuando hemos encajado el gol, hemos sufrido y eso también se nota físicamente. Los jugadores han querido seguir trabajando, pero nos ha faltado la forma y no hemos podido acelerar", insistió. En este sentido, tras ser preguntado por la incapacidad del Barcelona ante el Valencia y el Liverpool en los dos últimos partidos, afirmó: "Cuando la forma no está, es bastante complicado, sobre todo ante rivales organizados".
"También podíamos haber jugado todos atrás, como ellos, pero ésa no es la fuerza del Barça", se excusó Rijkaard, que justificó la entrada de Iniesta y Giuly en la segunda parte porque quería "ganar el partido".
"Cuando falta la fuerza y la forma, hay otros delanteros, y quizá podía funcionar", dijo, rechazando que fuera derrotado en la táctica. Así, comentó que "un equipo que gana, siempre gana tácticamente", pero recordó que "el primer gol del Liverpool no tiene nada que ver con la táctica".
Con todo, mantiene la esperanza en remontar en Anfield. "Siempre hay que ser optimista porque la vida pinta mejor cuando piensas con optimismo. Realmente, la situación es complicada, aunque quedan 90 minutos en los que puede pasar de todo. La única ventaja para el Liverpool es que ellos pueden seguir jugando a su manera y que nosotros tenemos que tener una gran noche en la que todo tiene que funcionar. Ese es nuestro objetivo y tenemos que creer en nuestras posibilidades", afirmó.
Rijkaard, por último, fue preguntado por la situación de Samuel Eto'o, baja por segundo partido consecutivo después de reaparecer hace dos semanas jugando los últimos ocho minutos del partido ante Osasuna, y argumentó que todavía no se encuentra preparado para volver a la competición, para finalmente reconocer que el regreso del camerunés en Pamplona fue precipitado. "Yo creo que se precipitó todo el mundo, empezando por la prensa", afirmó.