VALENCIA, 30 Oct. (EUROPA PRESS) -
El preparador físico del Valencia Angel Puebla comentó sobre la plaga de lesiones que azota a la plantilla que entrena Quique Sánchez Flores y todas ellas de gravedad que las lesiones de tobillo y rodilla son "imprevisibles".
Puebla se unió al grupo de trabajo valencianista esta temporada para encargarse de los jugadores que están en la última fase de una lesión, para trabajar con los futbolistas cuando no entran en la lista de convocados y también suele realizar las sesiones regenerativas con el once titular tras los encuentros.
El preparador físico trabaja junto al otro preparador Paco de Miguel, que llegó el año pasado de la mano de Quique Sánchez. Puebla dijo sobre la mala racha de lesiones que hay que asumirla "con resignación porque son incontrolables", ya que el trabajo "preventivo y profiláctico está hecho, pero claro son lesiones que no se pueden prevenir ni controlar porque son fruto de lances del juegos", indicó.
Puebla explicó que en el caso de tobillos y rodillas es "imposible prevenir, ahora solo hay que intentar que se recuperen en el mínimo tiempo posible y vuelvan al grupo".
El Valencia se enfrentará al Shakhtar Donetsk mañana donde la temperatura será de entre cinco y siete grados centígrados. "El frío es un contratiempo lógicamente, sobre todo si se compara con la temperaturas que hay en estos momentos en Valencia, pero con los medios adecuados no será ni mucho menos decisivo", dijo ante posibles lesiones.
Puebla manifestó que con la ropa adecuada, un calentamiento previo adecuado, "quizás un poco más prolongado, y además con cremas específicas para mantener la temperatura corporal, no habrá problema para afrontar el partido y buscar la victoria", destacó.
El preparador físico llegó al Valencia con el objetivo "fundamental" de que los no convocados siguieran entrenándose de manera normal y "cuando el mister los necesite para futuros partidos estén en las mejores condiciones físicas y técnicas para rendir lo máximo".
Respecto a los jugadores que están recuperándose de sus lesiones, se encarga de la última fase de recuperación en la que los futbolistas tienen que realizar ya un trabajo físico específico de mayor intensidad y "donde existe una ganancia específica de fuerza para que se vaya adaptando a las exigencias físicas de la competición", aclaró.
Puebla afirmó que este trabajo es "muy positivo" porque cuando vuelven con el grupo no se tienen que adaptar de manera brusca, "están a un nivel alto para que el entrenador pueda contar con ellos en el menor plazo de tiempo", concluyó.
