Fútbol.- Suspenden también la quinta jornada del torneo Clausura uruguayo tras la muerte apuñalado de un aficionado

La quinta jornada ha sido aplazada y el torneo no reanudará hasta que no existan garantías que eviten la violencia MONTEVIDEO 14 Mar. (EP/AP) -

El torneo Clausura uruguayo no será reanudado hasta que no existan garantías que eviten la violencia que el sábado le costó la vida a un aficionado del club Cerro, a manos presuntamente de barras bravas (seguidores violentos) de Peñarol, expresó anoche el presidente de la Asociación Uruguaya de Fútbol.

"No se puede realizar el fútbol con estas amenazas permanentes, sería una irreverencia ponernos a jugar al fútbol con esto", declaró Eugenio Figueredo, el presidente de la AUF, que decidió también suspender la quinta etapa del torneo Clausura, que debía disputarse el próximo fin de semana.

Además, por el momento no hay fecha para la reanudación del campeonato ni para la disputa de los partidos que quedaron pendientes de la cuarta, suspendida el domingo. Asimismo, el ministro del Interior José Díaz advirtió que se está dispuesto a "tomar las medidas más firmes que se estimen necesarias".

El sábado, tras el partido que el Peñarol le ganó 1-0 al Cerro, Héctor da Cunha, de 35 años, estaba con su hijo y su esposa aguardando un transporte para volver a casa cuando fueron vistos por un grupo de hinchas del Peñarol, identificados con sus camisetas, que lo agredieron porque su hijo lucía una camiseta del Cerro.

Da Cunha fue asesinado de tres cuchilladas y su hijo, de 12 años, golpeado. Sus restos recibieron sepultura ayer con un paro parcial del ómnibus de transporte, donde trabajaba la víctima en una cooperativa.

También se informó de que otro joven de 17 años, partidario de Peñarol, que fue identificado como Germán Theoduloz, está internado grave en el Hospital de Clínicas, vecino al estadio Centenario, al recibir una cuchillada que le afectó un pulmón. Las hinchadas de Peñarol, Nacional y Cerro son consideradas de las más violentas dentro del fútbol charrúa.

La de Da Cunha es la novena muerte vinculada al fútbol antes, durante o después de los partidos después de que en 1957 ocurrió la primera. Sin embargo, en los últimos tiempos, los incidentes con lesionados han proliferado, en medio de denuncias de la participación de elementos borrachos o intoxicados con otras sustancias.

Figueredo, en declaraciones a la prensa, afirmó que "la seguridad no está dada, en ninguna cancha del estadio ni en los alrededores ni en ningún lado".

Díaz, al abandonar una reunión de ministros, dijo que tras el homicidio ocurrido luego del partido Cerro-Peñarol, el "gobierno está dispuesto a tomar las medidas más firmes que se consideren necesarias para que estos hechos no se produzcan".

Señaló, además, que se puso en marcha una ronda de contactos con autoridades de los clubes, del Ministerio del Interior y del Ministerio de Deportes para que los eventos deportivos "no se transformen en hechos noticiosos de la crónica policial".