Fútbol/Zidane.- (Perfil) Zidane, el maestro del virtuosismo

En Glasgow alcanzó su cenit como madridista

El galo hizo campeona mundial y europea a su selección

Europa Press Deportes
Actualizado: martes, 25 abril 2006 21:47

MADRID, 25 Abr. (EUROPA PRESS) -

El centrocampista francés Zinedine Zidane anunció hoy su despedida del fútbol después de prestar su último servicio al Real Madrid en la recta final de un campeonato amargo y a la selección francesa, con la que se consagró internacionalmente, en el próximo Mundial de Alemania.

Zidane oficializa así el rumor que callejeaba desde hacía tiempo y que nadie terminaba de creerse por la inmensa calidad del francés, aunque su rendimiento en las dos últimas temporadas hubiera estado lejos de sus mejores tiempos.

El galo, genio de la filigrana y de los controles, se había convertido en referencia del fútbol europeo en los últimos años y ahora se transforma en leyenda, con un palmarés envidiable y con goles increíbles en la retina de cualquier aficionado, como aquel que le permitió festejar la Copa de Europa de 2002 con el Real Madrid, con una volea sensacional, y los dos de cabeza que permitieron a Francia celebrar el título mundial ante la mismísima Brasil.

El galo cuelga las botas después de pasear su elegancia y naturalidad por todos los campos de Europa, especialmente por el estadio Santiago Bernabéu, donde derramó las últimas gotas de su inigualable clase.

Nacido hace 33 años (en junio de 1972), 'Yazid', como se le conoce en Marsella, se inició en el fútbol en el US Saint-Henri, el equipo de su barrio de La Castellane. De los ocho a los 14 años jugó en el Sports Olympiques de Septèmes hasta que, a finales de 1986, durante una concentración en Aix-en-Provence, Jean Varraud, un cazatalentos del AS Cannes, le descubrió para el fútbol profesional.

Llegó para una prueba de seis meses y en Cannes se quedó seis años, antes de fichar por el Burdeos, en 1992, y dar un nuevo salto en su carerra de la mano de Rolland Courbis. Con los 'girondinos' comenzó a hacerse un nombre hasta que en 1996 le llegó el momento de emigrar, después de haber dirigido al conjunto francés a la final de la Copa de la UEFA.

En la Juventus de Turín, donde estuvo cuatro temporadas, tuvo tiempo de ganar dos veces el 'scudetto', pero nunca la Copa de Europa, su gran asignatura pendiente (tras perder dos finales) y, posiblemente, uno de los principales motivos que le impulsaron a salir de la 'Vecchia Signora' y marcharse el Real Madrid de Florentino Pérez en el verano de 2001.

EL SEGUNDO 'GALACTICO'.

Florentino Pérez aseguró siempre que estaría dispuesto a cualquier cosa por disfrutar de Zidane en el Bernabéu. Y así fue. El mayor traspaso de la historia, 13.000 millones de las antiguas pesetas, tuvieron la culpa de su traspaso al club blanco, así como su deseo de salir de la exigencia física del 'scudetto' y disfrutar con el juego asociativo de la Liga española.

Una presentación mediática y un eco sonoro de gran valía para el madridismo precedieron la llegada de Zidane a la capital de España. Superó los primeros meses de adaptación para convertirse en el eje del juego del Real Madrid 'galáctico'. Precisamente era el segundo de esa nómina de jugadores creada por Florentino, tras el portugués Luis Figo, y el que sirvió para el lema de la política deportiva del anterior presidente de 'Zidanes y Pavones'.

Las dudas iniciales se superaron con controles increíbles, 'roulettes' mágicas, goles fastuosos y un sinfín de detalles que ahora ha heredado el brasileño Ronaldinho, el primero de una nueva generación de futbolistas que siguen conservando la esencia y el virtuosismo del que Zidane fue maestro.

En Glasgow (2002), y de volea, alcanzó su cenit como madridista. Ahora, después de dos temporadas aciagas, con importantes problemas en su espalda, y hastiado del fútbol, el galo dice adiós para siempre aunque el Real Madrid tratará de convertirlo en una especie de embajador para que su nombre esté ligado al del equipo blanco en una especie de mútua devolución de favores.

RECONOCIMIENTO MUNDIAL.

Zidane no olvida sus inicios como aficionado en la curva del estadio Velodrome ni su paso por Turín y su agradecimiento se torna en reconocimiento por parte de todos los seguidores, ya que, vaya donde vaya, siempre es recibido con aplausos por la afición rival.

El público marsellés adora al madridista, admirador del gran Enzo Francescoli, con el que comparte un hueco en la sala de mitos de la Juventus, lo mismo que los aficionados del Real Madrid, a los que cada semana deleitó con su 'futbol-baile' sobre la alfombra-césped del Bernabéu.

En su palmarés, junto a premios y trofeos como los tres 'FIFA World Player' y el 'Balón de Oro' de 1998, infinidad de premios, en los que destaca la preciada Copa de Europa de 2002, y el Campeonato de Europa (2000) y el Mundial (1998) con su selección, además de la Copa Intercontinental en 1996 y 2002, la Supercopa de Europa en 1996 y 2002 y la Liga de 2003.

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