ROMA, 6 Feb. (EUROPA PRESS) -
El ministro del Interior italiano, Giuliano Amato, informó de hoy que se introducirán nuevas medidas de urgencia para evitar que se repitan los últimos episodios de violencia en el fútbol que causaron, el pasado fin de semana, la muerte de un policía en Catania.
Amato realizó estas declaraciones después de una reunión urgente entre diversos ministros con representantes del mundo del fútbol para establecer una serie de medidas con las que frenar la violencia, ya que, aseguró, "ésta es una oportunidad que no podemos perder".
Además, informó de que un total de 34 personas han sido detenidas ya --entre ellas once menores--, por su presunta implicación en los disturbios del partido de la Serie A que enfrentó a los dos equipos sicilianos, aunque ninguno de ellos ha sido acusado de la muerte del policía, pero sí de actos violentos contra funcionarios y de vandalismo público.
"No cabe duda de que desde el mundo del fútbol se presionará para que el espectáculo continúe porque se trata de un gran negocio, pero tenemos un deber ante nuestros ciudadanos para resistir a las presiones", añadió Amato.
El ministro de Interior transalpino aseguró que "la seguridad pública es más importante que los intereses económicos que solicitan que el espectáculo continúe como si nada hubiera pasado".
Las declaraciones de Amato se producen en respuesta a las manifestaciones del presidente de la Liga de Fútbol italiana, Antonio Matarrese, que afirmó que el fútbol no debió ser parado y que las muertes "desafortunadamente forman parte de este mundo", aunque posteriormente señaló que se habían malinterpretado sus palabras.
Entre las medidas acordadas en la reunión, que deberán ser aprobadas mañana por el Consejo de Ministros, se incluye el cierre de los estadios al público hasta que cumplan con las nuevas normas de seguridad y la prohibición de vender localidades en bloque para los 'tifosi', aunque no podrán evitar que las compren "individualmente".
CRITICA QUE NO SE APLICARA EL 'DECRETO PISANU'.
El ministro italiano recordó, además, que desde el inicio de la temporada hasta el mes de enero el número de policías heridos en partidos de fútbol subió de 158 a 228, respecto al mismo período el año pasado y que el número de detenidos había aumentado de 20 a 136 en el mismo espacio de tiempo.
Además, en declaraciones recogidas por el diario italiano 'Corriere della Sera', Amato reconoce que no todas las medidas adoptadas hasta ahora han sido efectivas, pero responsabiliza también a los clubes que "han demostrado no tener ninguna intención de adecuar los estadios al decreto Pisanu".
Éste, aprobado en 2006 y por el que las entradas debían ser nominales, todas las localidades de asiento, realizar registros a la entrada de los estadios, el uso de un sistema cerrado de vídeo-vigilancia en los estadios, tornos en las puertas de acceso o zonas de registro en los alrededores de los estadios.
De momento, sólo dos estadios en toda Italia cumplen con los requisitos de seguridad exigidos: el Olímpico, donde juegan Roma y Lazio, y el Comunale de Turín, aunque hay varios estadios del 'calcio', que están cerca de cumplir con estas exigencias.
