MADRID, 5 May. (EUROPA PRESS) -
Con la Liga decidida y el eterno rival festejando su momento de gloria, el Real Madrid culminó su ascenso a la segunda plaza del campeonato derrotando al Racing de Santander (2-3) a base de oficio y goles de Roberto Carlos, de penalti, Soldado, en la raya de gol tras un disparo de Raúl, y de Robinho, con un lanzamiento desde la frontal.
El equipo blanco sólo sufrió en el tramo final cuando el Racing, aprovechando el sesteo del Madrid, consiguió dos tantos, obra de Matabuena, a balón parado y obligó a los de López Caro a achicar balones después de haber disfrutado de una renta de tres goles.
Los madridistas refrendaron el triunfo en Pamplona, aprovecharon así el favor del Valencia en Son Moix y ahora dependen de sí mismos para finalizar segundos la Liga, un mal menor para un conjunto que ofrece un fútbol gris, pero que a falta de brillantez ha sabido de momento cumplir con profesionalidad.
López Caro concedió la oportunidad a Soldado para ser titular, dejando a Zidane y Cassano en el banquillo. El Real Madrid volvió a cimentar su triunfo en la seriedad, y en la superioridad técnica de sus jugadores, además del olfato de Soldado, que volvió a aprovechar la oportunidad que le concedieron.
Pero el artífice de que el equipo blanco funcionara fue un sensacional Guti, que recordó al de sus mejores días llevando la manija madridista. El Racing de Santander tampoco cumplió con el rol esperado por un equipo que se jugaba parte de sus posibilidades de permanencia.
Los de Nando Yosu dibujaron su esquema desde el inicio, replegados atrás y esperando los errores del Madrid en la circulación para explotar la habilidad de Antoñito. Pero su impulso no fue suficiente y el Madrid siempre estuvo cómodo en el encuentro.
Sin profundidad, pero manejando el balón, el Real Madrid disfrutó de varios acercamientos, pero sin excesivo peligro. La dinámica cambió cuando Guti entregó un buen balón a Robinho dentro del área y Pinillos cometió un inocente penalti. Roberto Carlos transformó la pena máxima y también el partido porque el Racing se rindió.
Sin mucho esfuerzo, el equipo blanco cobró suficiente ventaja como para afrontar con garantías la segunda mitad, en la que pronto sentenció el choque con un tanto de Soldado. El canterano remachaba en la red un disparo de Raúl después de que Aouate dejara un balón suelto en el área tras una gran jugada de Roberto Carlos.
APUROS FINALES.
Sólo diez minutos después, y a falta de media hora de juego, Robinho, tras un pase de Guti, definió definitivamente el partido con un gran lanzamiento desde la frontal. El Real Madrid cerraba entonces un partido crucial en sus aspiraciones por la segunda plaza y que sólo se abrió por el acierto a balón parado de Matabuena.
En la recta final, el centrocampista añadió incertidumbre con dos tantos que pusieron contra las cuerdas a un Madrid que había sido superior, pero abocado esta temporada al sufrimiento en cualquiera de sus ámbitos. Los nervios finales no impideron el triunfo de los blancos, que se sitúa en la segunda plaza con 69 puntos, uno más que el Valencia, y cuatro por encima del Osasuna.
