Un Real Madrid solidario estrecha la diferencia con el FC Barcelona y recupera la sonrisa

Europa Press Deportes
Actualizado: lunes, 23 octubre 2006 1:13

MADRID, 22 Oct. (EUROPA PRESS) -

Un Real Madrid solidario y competitivo se apuntó el triunfo en el 'clásico' ante el FC Barcelona (2-0), favorecido por su mayor fertilidad goleadora y un tempranero tanto de Raúl, y pese a que el cuadro azulgrana, con un espectacular Messi, especialmente en la primera mitad, demostró su capacidad para crear fútbol e igualmente su inoperancia ofensiva desde la ausencia de Eto'o.

El equipo blanco devolvió en parte la afrenta del pasado año gracias a su inmensa pegada, con dos goles y dos lanzamientos al palo, pese a que su juego no le sirve para generar tantas oportunidades. Los madridistas utilizaron receta parecida a la del Chelsea y el Sevilla, con un fútbol enérgico y vertical, con síntomas de sensible recuperación y virtudes propias del método de su técnico.

En el FC Barcelona, por su parte, se vislumbra algún nubarrón. Su fútbol sigue siendo excelso en ocasiones, tanto que parece olvidarse de ganar, pero igualmente sufre serios 'desmayos' a lo largo de los encuentros, y algunas de sus referencias, como Ronaldinho y Deco, no aparecen con el libreto de Rijkaard como lo hacían el año pasado. El resultado y el rendimiento azulgrana estrechan la Liga, aunque será necesario esperar todavía varias semanas para conocer si el campeonato pueden aparecer más rostros junto a los azulgranas.

El equipo blanco sustentó su triunfo en un comienzo de ensueño. El Real Madrid levantó el telón del 'clásico' del mejor modo posible. Una puesta en escena brillante le permitió ganarse la primera ovación del encuentro. Una jugada por banda de Sergio Ramos, del que se olvidó en los primeros minutos Ronaldinho, sirvió al sevillano para enviar al área el primer gol madridista. Allí, Raúl, que se había fajado de la marca de Thuram, remató marcando los tiempos a la escuadra. Un remate impecable, en un inicio notable de los blancos.

Los argumentos de Capello encontraron justificación en sólo dos minutos. El gol redobló el brio y la energía que el equipo local necesitaba para superar la calidad del FC Barcelona y para equilibrar aún más un 'clásico' desigual en lo futbolístico. Aún más cuando Frank Rijkaard puso en escena a su reparto de lujo, con Xavi, Iniesta y Deco en el centro del campo. La apuesta del holandés por la posesión y el control no le sirvió en los primeros instantes, pero sí marcaron el posterior desarrollo del encuentro.

El Real Madrid le ganó el pulso a los azulgranas en las bandas. Messi y Ronaldinho olvidaron su labor defensiva y Robinho y Sergio Ramos reconocieron el regalo y generaron el mayor peligro de los blancos. Del brasileño nació la segunda gran ocasión merengue, con un disparo de Raúl al larguero. Los de Capello tenían entonces juego y llegada al área, pero el primero se desvaneció paulatinamente, sobre todo con la aparición de Messi.

El jugador argentino, sobresaliente en muchas facetas, pero especialmente en la velocidad y control con las desempeña todas sus acciones, devolvió al partido al FC Barcelona. El Real Madrid ya tenía su partido. Con el gol favorable tenía la única vía posible para el triunfo. Era hora defender, aunque con el Fc Barcelona enfrente se torna en un trabajo muy laborioso.

El conjunto azulgrana fue empujando al Madrid contra su área. Con toque y asociación, los de Rijkaard empezaron a desnudar con suavidad, sin brusquedades, el entramado de los blancos. Messi le entregó el empate a Gudjohnsen después de una jugada espectacular en la que desbordó por igual a Roberto Carlos y Cannavaro. El argentino es arrollador con el balón en los pies, aunque también perdonó dentro del área con un disparo que se marchó alto.

EL REAL MADRID REFUERZA SU POSICIÓN

El dominio azulgrana era apabullante y para los locales encontrar una vía de escape rayaba la dificultad extrema. El navío blanco achicaba agua y parecía profundamente herido, pero encontró de nuevos argumentos a siete minutos de la reanudación en un gran contragolpe, al que Guti le cambió el sentido para transformarlo en oportunidad manifiesta. Su pase lo aprovechó Robinho para enfrentar a Van Nistelrooy con Valdés, y el holandés sacó provecho de un error del guardameta para solidificar el planteamiento de los blancos y acercarles un paso más al triunfo.

El FC Barcelona acusó el golpe y la fertilidad goleadora de los madridistas. Van Nistelrooy acarició el tercero con una vaselina que se estrelló al larguero, y el partido se rompió definitivamente, no para el gusto de los técnicos, pero sí para el espectador, que entonces disfrutó de dos equipos bien diferentes, con métodos opuestos, pero decididos a encontrar la portería contraria. El equipo azulgrana reforzó su idea con la salida de Giuly en la banda y de Saviola por un desacertado Gudhnjonsen.

El Real Madrid, por su parte, concretó más su salida de balón con un Guti más participante. El zurdo se desata cuando el orden no impera en la medular y de sus botas el equipo blanco pudo sentenciar con sendos remates de Robinho, a bocajarro, y de Van Nistelrooy, al que se le adelantó Valdés. Los blancos echaron el telón con un triunfo que permite observar debilidades en el actual campeón y seguir soñando con una Liga más igualada.

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