Rijkaard rechaza el papel de favorito en la final de la Liga de Campeones ante el Arsenal

BARCELONA, 27 Abr. (EUROPA PRESS) -

El entrenador del FC Barcelona, Frank Rijkaard, se declaró "feliz por el club y por todos los aficionados" tras obtener el pase a la final de la Liga de Campeones, en la que el Barça jugará ante el Arsenal. Rijkaard rechazó el papel de "favorito".

El holandés valoró el sufrimiento durante la semifinal ante el Milan y explicó al respecto que "haber tenido que sufrir contra el Milan no me ha sorprendido porque es un gran equipo, con una gran mentalidad y grandes jugadores, pero por eso me siento aún más satisfecho".

Rijkaard destacó el "gran trabajo" del Barça y aseguró que "hay que trabajar para encontrar la suerte", recordando que este año han superado situaciones desfavorables a causa de lesiones, y expresó su alegría por "cumplir el objetivo de llegar a la final".

El que fuera jugador del Milan, tres veces ganador de la Copa de Europa, dos de ellas con el club italiano y una con el Ajax de Amsterdam, no quiso comparar el actual momento con sus experiencias como jugador, "porque eso forma parte del pasado".

Rijkaard destacó que está feliz "por el Barcelona y por sus aficionados" y también ofreció un discurso alejado de la euforia cuando le recordaron que el equipo está a un paso de adjudicarse la Liga y se ha clasificado para la final. "De eso hay que hablar al final", señaló.

En este sentido, apeló una vez más al "trabajo diario". En cuanto a la final contra el Arsenal, aseguró que "no se puede hablar de favoritos antes de una final a partido único. Empezamos de cero", aseguró, dando por supuesto que ambos se encuentran en igualdad de posibilidades.

Rijkaard, por otro lado, rechazó la idea de que esta final es un premio al juego atractivo porque considera que tal afirmación sería "una falta de respeto para los demás equipos". Del Arsenal, señaló que "ha merecido llegar a la final y es un rival muy serio y fuerte".

El entrenador del Barcelona, por último, evitó manifestarse sobre la jugada del gol anulado a Andrei Shevchenko en la segunda parte, que habría supuesto el empate del Milan en la eliminatoria, aunque apuntó que el árbitro debió tener sus "motivos" para tomar la decisión.