MADRID 31 May. (EUROPA PRESS) -
La piloto española del equipo QMMF Racing Team, Elena Rosell, tiene claro que lograr algún punto en el Mundial de Motociclismo "sería como ganar una carrera", y se mostró esperanzada de seguir "progresando" en el Gran Premio de Catalunya.
"Sería como ganar una carrera y el año pasado uno de los pilotos sólo consiguió dos puntos. El objetivo es aprender y ver donde estamos a finales de año", recalcó Rosell, que recuerda que "no hay nada claro" para el futuro. "Estamos aquí de milagro. No creo que debiera de depender tanto de los resultados porque es el primer año, depende más de la progresión y que vean que a finales de año estamos un poco más delante y las ayuda que estamos recibiendo este año se puedan hacer realizar el año siguiente", aseguró a Europa Press tras un acto patrocinado por Germinal.
Ahora, la valenciana afrontará el Gran Premio de Catalunya, donde el viernes, en los libres, va "con la idea de ir progresando con la moto". "Ya sé como es el circuito, pero hay que esperar que la moto nos acompañe un poquito y nos han pedido un poco de paciencia porque no es donde nos gustaría estar porque yo sé que puedo dar más", indicó.
De todos modos, cree que "con la poca experiencia en Moto2" que atesora está demostrando que cada vez que se sube a la moto van "mejorando", por lo que su objetivo es "aprender y demostrar progresión". "Que cada vez que nos subimos somos capaces de rodar más rápidos y consistentes, cada vez ir reduciendo el tiempo que nos sacan los de delante", advirtió.
"Por mi parte, las ganas de querer estar ahí, que no me faltan. El equipo quiere conseguir grandes cosas. Yo no tengo mucha experiencia con la moto y sigo mis sensaciones y realmente los problemas son los mismos. Anthony (West) puede contrastar más como está la moto por cómo conoce los circuitos, yo en cambio tengo que centrarme más en la pista", añadió, lamentando que su compañero, el australiano Anthony West, no se lo esté "poniendo fácil".
Así, Rosell reconoce que está en desventaja con su compañero "en la parte técnica por el hecho de la falta de experiencia con respecto a la de él que es bastante grande", pero dejó claro que en el equipo se encuentra "genial". "Son gente muy amigable y gente que está muy pendiente de mí para todo, tratando de darme lo mejor y son como una familia. Se transmiten esa seguridad porque el hecho de no ser tan profesionales te da mas confianza de quitarte esos nervios y tanta expectación. Estar en un sitio tan familiar te da seguridad y confianza", confesó.
"TRABAJAMOS PARA PONER A MORIWAKI AL NIVEL MEDIO DE SUTER Y KALEX".
Además, la española afirmó que tiene "más experiencia" con el chasis Moriwaki que el de Suter, con el que compitió en 2011, aunque este "es superior". "Estamos trabajando muchísimo para ver si se pone al mismo nivel medio de las otras motos (Kalex y Suter) que ahora mismo están dando batalla ahí, pero hay que trabajar bastante porque ahora estamos un poco por detrás", comentó.
"Moriwaki fue campeona en 2010, cuando las motos eran todas nuevas y también con Toni Elías, que es un piloto con mucha experiencia, que bajaba de MotoGP a correr en Moto2 y que era el que más opciones tenía de ganar. En dos años las motos han evolucionado los chasis y sobre todo la confianza con los pilotos que están yendo muy rápido. Las prestaciones que tiene no nos dejaba quizás estar al nivel de ellos, no tanto a mí que aún tengo que ganar experiencia, pero sí a mi compañero que debería estar peleando con los de delante y esta sólo un poco por delante de mí", prosiguió.
Finalmente, admite que hay una "lucha bonita" en Moto 2 entre Pol Espargaró (Kalex), actual líder del Mundial, y Marc Márquez (Suter), segundo clasificado tras la disputa del Gran Premio de Francia. "El año pasado, Pol lo pasó mal al principio de campeonato. No estaba ni donde quería ni donde debía estar. En cambio, este año están demostrando lo mucho o que está progresando. No se lo va poner fácil", apostó.