NURBURGRING (ALEMANIA), 5 May. (EUROPA PRESS) -
El piloto español Fernando Alonso (Renault) mide, este fin de semana en el Gran Premio de Europa, quinta prueba del Campeonato del Mundo de Fórmula 1 que se disputa en el trazado de Nurburgring, la solidez de su liderato en el Mundial y el despertar de Ferrari vivido en San Marino.
El Mundial llega a Nurburgring prácticamente dibujando el mismo escenario que se presentaba en la Fórmula 1 en 2005, es decir, con el asturiano como 'capo' ya de la parrilla y con los bólidos del 'Cavallino Rampante' y Michael Schumacher con la moral alta después de un buen fin de semana en Ímola.
Así, Alonso buscará ver si el resurgir de Ferrari y el 'Kaiser' es algo a temer o, como ocurrió hace un año, lo ocurrido en San Marino, cerca del feudo de Maranello de la 'Scuderia', fue flor de un día y el español y su Renault dan un paso más hacia su segunda corona mundial.
Y es que en Nurburgring 'Magic' Alonso escribió una de las páginas claves hacia la consecución de su primer título. Aquí fue donde en la última vuelta la suerte dio la espalda a Kimi Raikkonen, que rompía el eje de la rueda de su McLaren-Mercedes cuando lideraba la carrera y tenía en el bolsillo un triunfo, y mostró su mejor cara a Alonso, dejándole en bandeja una victoria que suponían un golpe del que el finlandés ya no pudo recuperarse.
Las dos victorias y dos segundos puestos sumados por el ovetense en este arranque de temporada no han hecho más que consolidar su condición de hombre a batir en el Mundial. Alonso no ha fallado en este inicio, al contrario que sus rivales, y ya cuenta con una ventaja de 15 puntos, mayor incluso que la de hace un año a estas alturas, sobre su más inmediato perseguidor, Michael Schumacher, mientras que Raikkonen se encuentra ya a 18 puntos.
Alonso ha confirmado en estas cuatro primeras carreras que al volante de su R26, que además en Nurburgring estrenará una nueva especificación B que debe hacerle todavía más competitivo, es capaz de ganar en cualquier escenario y tan sólo los problemas en las calificaciones, su único punto negro, le han complicado algo la vida.
'SCHUMI' Y FERRARI QUIEREN CONFIRMAR
Para Ferrari, mientras, esta cita es un importante examen, después de que Michael Schumacher sumara en Ímola su primera victoria en circunstancias 'normales' desde el Gran Premio de Japón de 2004, ya que la de Indianápolis la pasada temporada no se puede considerar como tal.
Para el heptacampeón del mundo, que estará respaldado en 'casa' por su público, toda la confianza esta depositada en lo que pueda hacer el 248 F1 y, especialmente, en la competitividad que puedan demostrar los neumáticos Bridgestone para hacer frente a Michelin. Y es que el tema de gomas será decisivo en un escenario como el de Nurburgring, con unas condiciones climatológicas siempre bastante variables.
Así, en Maranello han trabajado intensamente la pasada semana en los circuitos de Fiorano y Paul Ricard con vistas a que lo de Ímola no quede en un espejismo y demostrar a todos que están de vuelta para pelear por los títulos de tú a tú con Renault y Fernando Alonso.
RAIKKONEN Y MCLAREN, A POR LA PRIMERA VICTORIA
Otro que tratará de reengancharse a esta lucha será Kimi Raikkonen, cuyo recuerdo de este escenario no puede ser más negro después de lo vivido hace un año. De todas maneras, 'Iceman' sabe que necesita cuanto antes reaccionar y llevar a su casillero la primera victoria de la temporada.
McLaren-Mercedes disputará su primera carrera en 'casa', después vendrá en julio Hockenheim, y se confía en que las mejoras introducidas en el M4-21 les permita ganar parte de ese terreno de desventaja con sus dos grandes rivales, Renault y Ferrari, y acercarse al nivel del año pasado, en el que era el monoplaza más rápido de la parrilla, aunque con el talón de Aquiles de la fiabilidad.
También habrá que ver el rendimiento de unos Honda que se han mostrado muy competitivos en las calificaciones pero que luego no rematan de la mano del británico Jenson Button y el brasileño Rubens Barrichello el domingo en carrera.
