Alpinismo.- Edurne Pasaban, en el campo base: "Yo soy una parte; he subido a las cumbres, pero el equipo es mucho mayor"

Actualizado: martes, 18 mayo 2010 19:10

BILBAO, 18 May. (EUROPA PRESS) -

La montañera Edurne Pasaban ya se encuentra sana y salva en el campo base del Shisha Pangma, cuya cima coronó ayer logrando culminar su reto de escalar los 14 'ochomiles' del planeta, un proyecto del que se declaró no protagonista sino parte integrante de un "equipo es mucho mayor".

En una ascensión al Himalaya, la línea de meta no se alcanza al llegar a la cima, sino al poner pie, de regreso, en el campo base. A las 13:50 horas (hora de Nepal) de hoy, Edurne y su equipo culminaron con éxito la escalada al Shisha Pangma.

"La verdad es que aún no me hago a la idea. Después de tanto tiempo y esfuerzo,...", señalaba la tolosarra, que se declaraba "contenta de llegar bien al campo base, pero igual que en cualquier otra expedición". "No veo que haya nada diferente. Creo que tendré que dejar pasar algo de tiempo y volver a casa para realmente asumir que he completado los catorce 'ochomiles'", señaló.

Edurne Pasaban no se siente aún 'catorceochomilista', simplemente es una montañera feliz porque ha conseguido alcanzar la cima que se había propuesto y, lo más importante, regresar sana y salva. Aunque, pensándolo mejor, reconoció que "claro" que se siente "contenta" de haber completado un reto que quiso compartir con "mucha gente".

"Mi familia, mis amigos, todos los que me han apoyado y seguido, y todos los que han trabajado y siguen trabajando en el proyecto. Siento gratitud hacia todos. Miro a mi alrededor y, viendo al médico de mi expedición chequeando el estado de salud de los sherpas, a los cámaras de TVE enviando imágenes, me doy cuenta de que esto es un proyecto de muchos. Yo soy una parte; he subido a las cumbres, pero el equipo es mucho mayor", aseveró.

EL DÍA DE CUMBRE EN LA RUTA DE IÑAKI

Edurne Pasabán, Asier Izagirre, Álex Txikon, Nacho Orviz y los sherpas Mingma y Pasang protagonizaron una ascensión rápida y limpia por la cara noreste de la montaña, utilizando la vía del malogrado Iñaki Ochoa de Olza, con algunas pequeñas diferencias, "sin tener que perder altura como le ocurrió a él".

"La ruta de Iñaki sale muy cerca de la cumbre, en el pequeño collado donde desemboca la ruta Británica desde la otra cara de la montaña. ¡Menos mal que escogimos la variante de Iñaki, porque la arista cimera se veía impracticable! Es afilada como un cuchillo, llena de placas frágiles y larguísima. Los metros que recorrimos hasta el punto más alto fueron los más peligrosos de la ascensión", recordó.

CON GANAS DE VOLVER A CASA

Esta tarde hay fiesta en el campo base del Shisha Pangma. Mañana llegan los yaks para transportar el material de la expedición, y los alpinistas saldrán hacia Nyalam al día siguiente. Se espera su llegada a Katmandú, la capital de Nepal, donde les esperan más celebraciones, el viernes 21.

Finalmente, Edurne y su equipo volarán de vuelta a casa el día 25. Aún quedan unos cuantos días, que unos llevarán con más paciencia que otros después de más de dos meses lejos de los suyos. Aunque la guipuzcoana tiene más suerte.

"Mis padres han venido a encontrarse conmigo en Katmandú, lo cual me hace muchísima ilusión. Mis compañeros en cambio, que tienen a sus familias esperándoles en casa, llevan peor cada día que pasan echándoles de menos", concluyó.