Arranca el Mundial de Fórmula 1 con Raikkonen, Schumacher y los Honda como grandes rivales de Alonso

SAKHIR (BAHREIN), 08 (EUROPA PRESS)

El finlandés Kimi Raikkonen y su McLaren-Mercedes, así como un Michael Schumacher que quiere hacer renacer a Ferrari después de un 2005 para olvidar y la entrada a por todas de los Honda con el británico Jenson Button y el brasileño Rubens Barrichello, se presentan como los grandes obstáculos del español Fernando Alonso y Renault para intentar revalidar las coronas de pilotos y constructores en un Mundial 2006 que arranca este fin de semana con el GP de Bahrein.

Raikkonen, en un año también de dudas como Alonso pero al contrario, ya que el asturiano tiene claro que en 2007 llegará a McLaren-Mercedes mientras que el finlandés es más que probable que deje la escudería, se presenta como el rival número uno por varios motivos.

Primero es por generación. La Fórmula 1 está llamada a ser en los próximos años una lucha encarnizada entre él y el español, como en la época de Senna y Prost o el propio Schumacher y Damon Hill, segundo por ganas, después de un 2005 donde su irregularidad le costó demasiados puntos, y tercero porque los años empiezan a pasar para él y no aparece en su palmarés es título que necesita todo aquel que se quiera llamar campeón.

El finlandés que a sus 26 años suma dos subcampeonatos, necesita mejorar en fiabilidad, el talón de Aquiles suyo y de McLaren-Mercedes el año pasado, si quiere alcanzar su objetivo, y también controlar competencia que le vendrá desde su propio equipo en la figura del colombiano Juan Pablo Montoya.

Además querrá demostrar que con la llegada confirmada para 2007 de Fernando Alonso su escudería se ha equivocado no apostando por él como primera baza para el futuro y no le ha dejado otra opción que buscarse un futuro, cada vez más cercano de Ferrari.

Curiosamente en la casa del 'Cavallino Rampante' el encargado de devolver a lo más alto a la escudería será el de siempre en los últimos años, un incombustible Michael Schumacher.

El 'Kaiser' se niega a doblar la rodilla y piensa que lo de 2005 no fue más que un mal año en su exitosa carrera y en la de Ferrari.

Con 37 años, siete títulos mundiales, más que nadie, podría parecer que a Schumacher le queda poco más por demostrar, pero es de la opinión contraria y se muestra con la misma ilusión que hace 14 años cuando comenzó su carrera en la Fórmula 1.

Tras ellos y Renault, la opción que se ha presentado como más consolidada en este invierno ha sido la del Honda Racing F1 Team. La entrada con plenos poderes de la casa japonesa en la escudería parece haber lanzado un órdago a la grande y aspiran a todo.

A pesar de que la progresión demostrada en 2004 no tuvo continuidad el año pasado, en gran parte por la sanción que les fue impuesta por una 'trampa' en su depósito, Honda este año va a por todas. Lo tiene todo parece ser, un bólido competitivo (RA 106), y dos grandes pilotos, el británico Jenson Button y el brasileño Rubens Barrichello, dispuesto a demostrar alejado de la alargada sombra de Michael Schumacher lo grande que puede ser.

Por detrás de Renault, McLaren-Mercedes, Ferrari y Honda parece abrirse un abismo con el resto de escuderías. Para Toyota este debería haber sido el año para dar ese salto de calidad después de un buen 2005, pero parece que, en principio, no van a llegar a tiempo.

TOYOTA Y WILLIAMS, A REMOLQUE

La inversión económica, el mayor presupuesto de la parrilla, y la presencia de ingenieros del nivel de Mike Gascoyne, así como dos pilotos con pedigrí, el italiano Jarno Trulli y el alemán Ralf Schumacher, no han estado acompañados en la pretemporada por los buenos resultados.

Más dudas tiene todavía otro de los otrora 'grandes', Williams F1 Team. La salida del equipo de BMW ha sido un duro golpe y los nuevos motores Cosworth todavía tienen mucho que avanzar para poder estar a la altura de los mejores. Mucho trabajo tienen así por delante sus pilotos, el australiano Mark Webber y el joven alemán Nico Rosberg.

Red Bull, mientras, con la veteranía de David Coulthard al volante, querrá confirmarse como revelación, al igual que el año pasado, mientras que aparecen dos nuevos equipos en la parrilla, BMW, que compró la estructura de Sauber, y que nace como un proyecto de estar en un futuro no muy lejano en la cabeza de la Fórmula 1, y Super Aguri, llegados a última hora a la parrilla como undécima escudería y cuyo planteamiento no parece otro que el de sufrir en un 2006 en el que todo ha sido muy precipitado para ellos.