GOTEBORG (SUECIA), 11 (EUROPA PRESS)
La plata de José Luis Blanco en los 3.000 metros obstáculos fue la única alegría en una jornada de los Campeonatos de Europa de Goteborg (Suecia) repleta de decepciones para el atletismo español.
Blanco vivió su momento de gloria en un día en el que Antonio Jiménez 'Penti' y Glory Alozie no pudieron salir triunfadores en su intento de revalidar sus cetros continentales en 3.000 obstáculos y 100 vallas respectivamente, marchándose de tierras suecas sin ningún metal al cuello.
El gerundense aprovechó su oportunidad para consagrarse, dentro de la mejor generación de obstaculistas que ha dado el atletismo español a lo largo de su historia, y recogió el premio de su valentía y decisión.
Y es que Blanco, sabiendo que era la gran oportunidad de su vida, jugó su baza ganadora en una final donde los españoles soñaban con copar un podio histórico, más teniendo en cuenta la ausencia del holandés Simon Vroemen por una indisposición.
Sin embargo se encontraron con una carrera loca, muy lenta y prácticamente imposible de controlar, lo que permitió al finlandés Jukka Keskisalo, con el que nadie contaba, pero que acabó logrando el oro, convertirse en el invitado sorpresa y se hundieron, todos menos Blanco, en la lectura táctica.
Con pasos por el 1.000 (2:56.55) y el 2.000 (5:46.28) muy lentos, Blanco fue el valiente que se atrevió a lanzar un suicida ataque a 600 metros, sabiendo que esa podía ser su baza ganadora ante Pentinel y el francés Bouabdellah Tahri.
Por poco le salió bien, ya que las fuerzas sólo le fallaron en la recta final para ceder ante Keskisalo, un oro inesperado (8:24.89), mientras que el bronce era para Tahri.
Por detrás, 'Penti', más confiado que nunca antes de tomar la salida en poder revalidar su trono, cruzaba la meta hundido en quinto lugar (8:28.78), mientras que César Pérez era octavo (8:30.40).
ALOZIE, CUARTA.
En los 100 vallas femenino la decepción fue aún mayor, ya que Alozie, oro hace cuatro años en Múnich, no fue capaz ni de rascar un metal, quedándose fuera del podio.
Alozie se vio descolgada desde el principio de la pelea con la sueca Susanna Kallur, la irlandesa Derval O'Rourke y la alemana Kirsten Bolm y ya no tuvo margen para la remontada, a pesar de correr más rápido (12.86) que en las semifinales.
El oro, como era de esperar, fue para la local Susanna Kallur (12.59), campeona ya de Europa al aire libre en Madrid, mientras que O'Rourke (12.72) y Bolm (12.72) la escoltaron en el podio.
Tampoco fue el día de Ruth Beitia en la final de altura, donde se topó con un listón infranqueable en los 1,95 metros, una barrera sobre la que se había elevado ya esta temporada y sólo pudo ser novena.
La sorpresa aquí vino de la mano de la belga Tia Hellebaut, que pulverizó el récord nacional con 2,03 metros. La búlgara Venelina Veneva fue plata (2,03) y la gran favorita, la sueca Kajsa Bergqvist (2,01), se tuvo que conformar con el bronce.
MONTALVO A LA FINAL DE LONGITUD Y QUESADA A LA DE 800.
En la longitud, la veterana Niurka Montalvo fue la cara, logrando el billete para su enésima gran final en la alta competición, mientras que Concha Montaner volvió a ser la cruz y falló.
Montalvo, campeona del mundo en Sevilla'99, volvió a tirar de experiencia, un valor añadido siempre cuando se compite al máximo nicle, para con mejor salto de 6,55 metros, en su segundo intento, meterse a la final del domingo con la octava mejor marca.
Por su parte, Montaner vio como se le atragantaba nuevamente una calificación y jugándoselo todo en su último salto (6,49) se quedó a dos centímetros de ese último puesto que daba el paso a la final.
Quien sí que estará en la final de los 800 metros será Miquel Quesada, que ganó la segunda semifinal con una recta final donde sacó a relucir su talento y rapidez, y fue la única alegría en una prueba también con decepciones.
Y es que tanto Manuel Olmedo como Juan de Dios Jurado, en la primera semifinal, corrieron mal y no estuvieron a la altura para estar en la final, que era un objetivo asumible para ambos.