BERLIN 29 May. (EP/AP) -
El gobierno alemán ha desvelado que un error en la distribución de entradas para mandatarios e invitados especiales ha abierto una puerta a la venta clandestina de algunos de los mejores asientos para el Mundial.
Obsesionados con la seguridad, los organizadores del Mundial han insistido que, para entrar a los estadios, los aficionados deberán mostrar la entrada que lleva su nombre, además de una tarjeta de identificación o el pasaporte.
Sin embargo, un funcionario del gobierno confirmó que las entradas que se vendieron a firmas privadas o que se entregaron a patrocinadores para invitados especiales fueron mal confeccionadas y que no se pudo arreglar el problema.
"Estamos en discusiones con los demás involucrados en busca de minimizar al máximo la proporción de entradas no personalizadas antes de los partidos", declaró el portavoz del ministro del Interior Stefan Kaller.
Indicó que "menos de 1 millón" de las 3 millones de entradas para el certamen podrían haberse visto afectadas.
Los organizadores planeaban tener unos cuantos lugares para el paso de gente que porte entradas sin su nombre. Sin embargo, Kaller mencionó que ahora se estudia colocar chequeos adicionales de seguridad con el fin de detectar a hooligans que intenten entrar a los estados con entradas VIP anónimas.
Kaller pronosticó que la cantidad de entradas VIP que podrían venderse en forma ilegal, por ejemplo por medio de casas de subastas en la Internet, sería limitada, ya que son las más caras.
"Los precios no son para las masas, aunque alguna gente, en ciertas condiciones, estarían dispuestas a pagar lo que sea por entradas que de por sí ya eran caras", indicó.