BERLIN 5 Jul. (EP/AP) -
Los burdeles de Alemania esperaban un marcado incremento de clientes durante el Mundial, pero, a pesar de los cientos de miles de turistas que llegaron al país, el aumento no fue tan grande como se creía.
La noticia puede ser un alivio para aquellos que temían que un aumento en la demanda por sexo desembocaría en más tráfico humano y de prostitución forzada y a los prostíbulos tampoco les ha ido tan mal.
Artemis, que abrió el septiembre cerca del estadio Olímpico de Berlín, esperaba cerca de 500 clientes diarios y la cantidad ha sido cerca de la mitad, pero, aún así, el negocio ha sido estable y, aún más importante, no ha habido violencia de 'hooligans' como se temía.
"Estamos muy contentos", dijo la gerente Vanessa, quien sólo ofreció su primer nombre. "Aquí no ha habido estrés, todo suave, tranquilo, gracias a Dios, aunque todavía no se termina", dijo.
Alemania había calculado la llegada de cerca de un millón de visitantes para el torneo. Sin embargo, para cuando termine el Mundial el domingo esa cifra se habrá duplicado, según el Centro Alemán de Turismo.
Pero los visitantes parecen estar más interesados en el fútbol que en el sexo. "El aumento que se esperaba no sucedió", dijo el portavoz de la policía de Colonia, Burkhard Jhan, quien sostuvo que la ciudad no notó un aumento en prostitutas, y señaló que los burdeles reportaron que "las mujeres estaban aburridas".
Algunos han sugerido que el ambiente de grupo del fútbol, ya sea jugando el deporte o celebrando o lamentándose, no mezcla bien con la naturaleza más solitaria de la prostitución. "Fútbol y cerveza mezclan bien. Parece que el fútbol y la prostitución no hacen tan buena pareja", dijo Jahn.
Aunque ha habido informes de colas a las afueras de algunos prostíbulos, hay otros que se quejan de camas vacías. La realidad posiblemente está en un punto medio, dijo Ulrike Helwerth, del Consejo Nacional de Organizaciones de Mujeres Alemanas.
"Hemos escuchado las dos versiones. Algunos burdeles dicen que ha estado muy bien, y otros dicen que están vacíos. Hay de todo, pero en cualquier caso, no hay evidencia de que haya aumentado en ningún lugar", indicó.
La organización de Helwerth lanzó una campaña antes del Mundial dirigida a combatir el tráfico de humanos y la prostitución forzada, aplaudiendo a lugares como Artemis donde las prostitutas legales pueden trabajar en un ambiente seguro.
Alemania tiene 400.000 prostitutas registradas que pagan impuestos y reciben los mismos beneficios sociales que cualquier otro empleado. En todas las ciudades sedes, la policía dijo que no vio ninguna evidencia de prostitución forzada.
Nuremberg informó de un aumento de 10% en prostitutas legales, y Munich reportó un aumento al principio del torneo, que luego decayó marcadamente. "Al principio del mundial vimos un aumento de 50 a 60%" de prostitutas registradas legalmente, dijo Peter Breitner, miembro de la división de crimen organizado de la policía de Munich.
Pero agregó que "la mayoría de las mujeres regresó a casa, y ahora estamos en los niveles normales. Muchos turistas y familias de todo el mundo viajaron a Alemania, pero no vinieron aquí para visitar un burdel en Munich".
Algunos burdeles casi no tienen clientes en los días de partidos, pero Artemis, a corta distancia del estadio Olímpico, esas jornadas son doradas. "Ha sido bueno. Transmitimos los partidos en vivo en nuestro cine erótico y bastantes clientes los ven ahí", dijo Vanessa.