Gestas del deporte: La milagrosa recuperación con sabor a oro de Jon Santacana

   MADRID, 29 Abr. (EUROPA PRESS) -

   Romperse el tendón de Aquiles no es una lesión nada agradable en el mundo del deporte. Tanto si es parcial como si es total, su recuperación se puede alargar mucho en el tiempo, en casi todos los casos como mínimo medio año, más luego volver a recuperar la forma. Estos pronósticos deberían haber alejado al esquiador español Jon Santacana de cualquier posibilidad de estar en los Juegos Paralímpico de Sochi de 2014, pero el guipuzcoano dejó claro que los plazos, con fe, trabajo y sacrificio, a veces se pueden romper e incluso recibir una recompensa inesperada.

   El deportista, discapacitado visual y ganador hasta entonces de seis medallas paralímpicas, era, junto a su guía Miguel Galindo, uno de los grandes favoritos a las medallas para los Juegos Paralímpicos de Invierno de 2014. Su estado de forma era el idóneo, cuando el infortunio, por segunda vez en su carrera, se le cruzó en el camino. Durante un entrenamiento físico en Australia en el mes de septiembre, se rompió el tendón de Aquiles y tuvo que volver a España para ser operado.

   Quedaba medio año para los Juegos y Santacana tenía que volver a afrontar el reto de superar el dolor y una grave lesión para estar en Sochi. Ya en 2006, a poco de los Juegos de Turín, se fracturó el peroné y la tibia en La Molina (Girona). Logró apurar y disputar en Sestriere el eslalon, firmando un séptimo puesto muy valioso.

   El vasco se puso manos a la obra para estar listo para el mes de marzo pese a lo complicado de la lesión y que los plazos, en teoría, podrían impedírselo. Estuvo cuatro meses sin poder tocar la nieve y cuando por fin pudo hacerlo, tenía que recuperar el tiempo perdido para recuperar sensaciones y con el riesgo de volver a hacerse daño. "Aún estoy en fase de recuperación, han sido cuatro meses muy duros hasta poder tener contacto con la nieve, pero es muy poco tiempo para una lesión tan grave que normalmente exige entre siete y ocho meses para una recuperación completa", reconocía a finales de febrero de 2018, en la web de Basque Team, uno de sus patrocinadores.

   "Hemos tratado de acelerar al máximo, porque no es normal estar esquiando cuatro meses después de una operación de tendón de Aquiles, pero eso también tiene sus peajes en cuanto a dolor, molestias y riesgo de volver a lesionarte", añadía a pocas semanas de viajar a Rusia.

   Finalmente, lo consiguió. Jon pudo competir en una prueba de la Copa del Mundo para probarse y aunque subió al podio, ni él mismo ni su guía se veían entre los candidatos a las medallas paralímpicas en el resort del Mar Negro. Pero sorprendió a todos y además no esperó demasiado.

   El 8 de marzo era el turno del descenso, la primera prueba del programa. Jon y Miguel defendían el oro conseguido hace cuatro años en Vancouver (Canadá) y les tocaba además bajar de los primeros. La mejor pareja de la historia del deporte paralímpico español se lanzó sin miramientos, llegó a alcanzar los 120 km/h y cuando cruzaron la línea de meta firmaron un gran tiempo de 1:21.76, pese a que no comenzaron bien.

   Fueron bajando el resto de participantes y ninguno logró sobrepasarles. Curiosamente, el segundo mejor tiempo fue precisamente para el esquiador que les había precedido, el eslovaco Miroslav Haraus, al que aventajaron casi en medio segundo. Apenas seis meses después de su grave percance, Jon Santacana y Miguel Galindo volvían a saborear la gloria paralímpica.