MADRID 4 May. (EUROPA PRESS) -
El piloto español Dani Sordo (Citroën) se mostró muy satisfecho de su paso por el Rally de Argentina, una prueba que apenas conocía de una participación al volante de un Mitsubishi del equipo RACC en 2004, y afirmó que su objetivo es aprender y ser tan competitivo en tierra como en asfalto.
"Yo ya sabía que volvía a la escuela en Argentina", afirmó el cántabro en el segundo de los encuentros con la prensa organizado por el Grupo Lábaro, uno de sus patrocinadores, subrayando que de todas maneras el quinto puesto "es un buen resultado y cumple el objetivo".
Y es que Argentina, donde ha podido sentir el calor de un público que ya le reconoce como "el sucesor de Carlos Sainz", es "un rally diferente, en una superficie que hace que el coche patine mucho, con pistas estrechas y hay que adaptarse y tener muy buena puesta a punto".
"No teníamos una puesta a punto adecuada. En algunos sitios he perdido tiempo yo mismo, ya que era muy importante hacer kilómetros y terminar la prueba", añadió al respecto, recalcando que tanto él como su copiloto Marc Martí han tenido que "trabajar y sufrir mucho cambiando los reglajes de la suspensión para tener más agarre y hemos aprendido mucho".
Así, el de Torrelavega, a sus 23 años recién cumplidos el pasado martes, es una esponja a la hora de aprender y no duda en aventurar que si volviera a repetir ahora mismo Argentina "iría más rápido". "Sólo por haber pasado los tramos, ya que sé que la mitad de los saltos son a fondo, las curvas rápidas son muy rápidas y los vados a fondo, iría mucho más rápido", agregó al respecto.
"CLARO QUE ME VOY A HACER CON LA TIERRA".
Sordo, que quema etapas con una precocidad desconocida hasta hoy en el mundo de los rally, de todas maneras no es conformista y sabe que con el tiempo y la experiencia que éste da también será capaz de luchar por los puestos de cabeza en esta superficie. "Claro que me voy a hacer con la tierra, si los demás pueden porqué yo no", aseguró, subrayando que "no le gusta mucho que nos metan mucho tiempo pero hay que aprender".
Así lo recalcó su copiloto, Marc Martí, un hombre que ha tenido la suerte de cantar las curvas a todo un campeón del mundo como Carlos Sainz, que subrayó como sus principales virtudes "la edad, algo muy importante de cara a las marcas, su cualidad innata para poder conducir rápido y su tranquilidad para saber trabajar relajado".
El cántabro, segundo en Catalunya y tercero en Córcega este año, mira ya a su siguiente cita, Cerdeña (18-21 de mayo) donde una vez más tiene en la cabeza el seguir creciendo como piloto. "Depende de como salgan los entrenamientos, de que me gusten los tramos, del coche. Con un WRC es todo diferente y también me tocará aprender aquí", manifestó.
Sordo, que alaba a su compañero de equipo, el vigente campeón del mundo Sebastien Loeb, un piloto "introvertido pero cuando le preguntas algo no tiene ningún secreto", confiesa esta viviendo un año que "quien lo hubiera pensado igual estaba un poco loco".
"Tenía esperanza de que en asfalto íbamos a estar ahí, pero no tan cerca. En tierra sabíamos que íbamos a sufrir, ya que la gente va muy rápido", dijo.
Finalmente, Sordo destacó que, con tan sólo la presencia garantizada en once de las 16 citas del Mundial, si que da "rabia" el estar haciéndolo bien y saber que no podrá hacer el calendario completo, aunque "la vida es así" ya que está bajo la estructura de un equipo privado, el Kronos, "y los coches los tiene que pagar".
El de Torrelavega no se marca así como objetivo el defender la tercera plaza que ocupa actualmente en la general, tan sólo por detrás de Loeb y Marcus Gronholm (Ford), y sabe que su hora de aspirar a lo máximo llegara.
"El objetivo es aprender y siempre estar ahí dada la mejor imagen. No pensamos en ganar el campeonato ya que el objetivo es conocer los rally y hacer todo lo que podamos y para el año que viene ya aspirar a más", recalcó.