MADRID, 24 Jul. (EUROPA PRESS) -
La saltadora de trampolín española Rocío Velázquez ha asegurado que su objetivo es "llegar a los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro", y "mejor" si puede hacerlo en el Mundial de Kazán, cita donde luchará "hasta el final" por meterse entre las doce mejores que consiguen plaza, ya que "las semifinales son asequibles" y con ellas "estaría contenta", aunque sería "un gran éxito alcanzar la final".
"El objetivo es Río, sí. Si puede ser en el Mundial mejor, es complicado porque habrá que meterse entre las doce primeras, pero se va a luchar hasta el final siempre", afirmó Rocío Velázquez en una entrevista concedida a Europa Press, antes de los Campeonatos del Mundo de Kazán que dan comienzo este viernes.
Una cita que afronta "un poquito nerviosilla" y con "la tensión de un Mundial que siempre se tiene", aunque llega "con muchísimas ganas" de afrontar "una experiencia muy importante, sobre todo de cara al año que viene por los Juegos", y donde será clave "el aspecto mental, y sobre todo ir tranquila".
"Es muy importante que salgamos a competir en campeonatos internacionales tan fuertes para coger seguridad, que es lo que nos hace falta. Vamos a tener competiciones muy fuertes y hay que ir acostumbrándose a ir controlando los nervios", explicó sobre la trascendencia de lo que ocurra a orillas del Volga.
Por ello, la meta "principal" es estar "a gusto" en la alta competición y saltar en Kazán "igual de bien que en los entrenamientos" al margen del resultado. En ese sentido, haber participando en el Campeonato del Mundo de Barcelona 2013 es un punto a tener en cuenta.
"La experiencia fue increíble. Solo iba a disputar los sincronizados, y al final también participé en el individual porque mi compañera se lesionó. Allí fui demasiado nerviosa, porque no era a lo que yo iba. Aun así aprendes que tienes que controlar tus nervios, dosificarlos, e incluso aprovecharlos en cierta medida", repasó.
Dos años después de debutar en una gran competición en la Ciudad Condal, la saltadora opina que "las semifinales son bastante asequibles" dado su nivel actual, por lo que tratará de "luchar por la final" con solo 20 años.
"No entrar en la final no sería un batacazo porque soy muy jovencita, me quedan muchos años por delante y mi progresión es muy buena. Simplemente con las semifinales ya estaría contenta, y sería un gran éxito alcanzar la final", sentenció la saltadora madrileña sobre su participación en Kazán, donde saltará desde 1 y 3 metros.
En ese sentido, reflejó que tanto ella como Nico y Héctor García Boissier están "empezando ahora a salir" a la élite, donde compiten con saltadores mucho más experimentados que "tienen una mentalidad totalmente distinta", ya que "se les ve muy seguros andando por el trampolín, se nota mucho, e incluso los jueces lo valoran".
"Tener a mi entrenador (Manuel Gandarias) en Kazán me daría más seguridad, de hecho pedí que se le llevase porque para mí es un punto muy importante. Me apoya muchísimo, y sus consejos y correcciones para mí son superimportantes", valoró sobre la ausencia del técnico en Rusia, donde será dirigida por Quique Martínez.
Sin embargo, también dejó claro que esto "no es un punto negativo, aunque si viniese por supuesto que sería un punto positivo" más para afrontar el Mundial, al que llega "con las ideas claras de lo que se debe hacer en cada momento" y con "la suficiente autoconfianza" para ganarse un puesto entre la flor y nata del salto de trampolín en Kazán, y también dentro de un año en Brasil.
