Felix Baumgartner tras lograr su hazaña
RED BULL
Actualizado: domingo, 30 diciembre 2012 22:25

Lance Armstrong protagoniza la nota negativa


MADRID, 30 Dic. (EUROPA PRESS) -

El año 2012 se cierra dejando grandes momentos para el recuerdo como el récord del delantero argentino del FC Barcelona, Leo Messi, que marcó 91 goles en todo el año; las proezas del jamaicano Usain Bolt y del estadounidense Michael Phelps en los Juegos Olímpicos de Londres o el salto desde la estratosfera del austriaco Felix Baumgartner.

En el conjunto blaugrana, el futbolista argentino es uno de los grandes protagonistas del año que recién finaliza tras convertirse en el máximo goleador en un año natural, con 91 tantos, superando el récord que poseía Gerd Müller con 85 dianas. Como referencia de ese talento inagotable, el argentino endosó cinco goles al Bayer Leverkusen en la vuelta de octavos de final de la UEFA Champions League y de esta forma se convirtió en el primer jugador de la historia en hacer cinco tantos en un mismo partido de la competición europea.

Bolt demostró en la final de los 100 metros lisos que estaba preparado para convertirse en una leyenda olímpica. El jamaicano se impuso con claridad en una carrera en la que siete de los ocho velocistas bajaron de los diez segundos, marcando además el récord olímpico y la segunda mejor marca de la historia. Se colgaba su primer oro en Londres pero tenía ganas de más y se hizo con el título en 200 metros.

Además, formando parte del equipo de Jamaica, el atleta se despedía de Londres batiendo el récord del mundo en el 4x100 (36.84) para colgarse su sexta medalla de oro. Jamaica se imponía a Estados Unidos, que también batía el récord del mundo pero se tenía que conformar con la plata. No obstante, en la prueba femenina ocurrió lo contrario y fueron las estadounidenses las que batían el récord del mundo (40.82) y se colgaban el oro.

Además, el Centro Acuático dejó también una importante cosecha de medallas, sobre todo para Estados Unidos. Desde el inicio, todos los ojos estaban puestos en si Michael Phelps sería capaz de batir el récord de preseas y lo superó con creces, dejándolo en un total de 22. Phelps se hizo con cuatro oros y dos platas para agrandar su leyenda antes de retirarse de la competición con 29 años.

El americano era un gran atractivo de la piscina pero no era el único. Su compatriota Ryan Lochte se hacía con el título olímpico en 400 estilos, dejando cuarto a un Phelps que empezaba la competición sembrando dudas. Sin embargo, Lochte fue finalmente un simple escudero de un Phelps que acabó convirtiéndose en leyenda.

Por el mismo camino fue la china Ye Shiwen, que se hacía con las medallas de oro en 200 y 400 estilos. De hecho, la joven asiática marcaba el récord del mundo en el 400, con un tiempo de 4:28.43, igualando en los últimos 50 metros el tiempo de Lochte, por lo que se dio pie a las especulaciones de dopaje.

Las calles de Londres fueron testigos de la séptima medalla del británico Bradley Wiggins. El ciclista había cambiado el velódromo por el asfalto y lo hizo con éxito, ya que se colgó el oro en la contrarreloj en el mismo año en el que imponía en el Tour de Francia. Además, en la prueba en ruta, el kazajo Alexandr Vinokurov se hacía con el oro antes de anunciar su retirada.

Más allá de la cita olímpica, Sebastian Vettel se erigió como tricampeón del mundo en el Gran Premio de Brasil. Lo fue tras sumar tres puntos más (281) que el piloto español Fernando Alonso (278) y seguido muy de lejos por el finlandés Kimi Raikkonen (207). Con 25 años y 145 días, el alemán consiguió pulverizar el récord que tenía, desde 1991, el brasileño Ayrton Senna y se convirtió en el piloto más joven en lograr el triplete.

Una de las claves del campeonato estuvo en el Gran Premio de Corea. El asturiano Fernando Alonso perdía el primer puesto del Mundial después del doblete de Red Bull con la victoria del propio Vettel y la segundo plaza de Mark Webber. Alonso quedaba a seis puntos del liderato a falta de cuatro pruebas (India, Abu Dhabi, Estados Unidos y Brasil) para la conclusión del campeonato. El español no volvería a subirse al podio y el germano sumaría un nuevo triunfo en la India que le permitía mantenerse firme de cara a lograr el título.

Pero el de Oviedo no se rindió y apuró sus opciones aferrándose a la fe, a la confianza en sí mismo y a las pocas virtudes del monoplaza de Ferrari. Fue en el circuito brasileño de Interlagos donde lo intentó hasta el final y arriesgando cuanto pudo. A pesar del contratiempo que sufrió Vettel, tras ser embestido por Bruno Senna y hacer un trompo que casi le obligaba a abandonar, quedó sexto al final de la carrera. Le bastaba porque Alonso no pudo lograr el triunfo, que sí consiguió Jenson Button, y con el segundo puesto del español se esfumaban todas las opciones posibles. Tres puntos separaron al piloto asturiano de lograr su tercer título mundial tras conseguir dos con Renault.

LANCE ARMSTRONG, LA NOTA NEGATIVA.

Una de las noticias más negativas del 2012 llegó de la mano del ciclismo y de uno de los deportistas más carismáticos a nivel mundial, Lance Armstrong. Siete años después de la séptima y última ocasión en que se vistió con el 'maillot' amarillo en los Campos Elíseos de París, la Unión Ciclista Internacional (UCI) desposeía al estadounidense de su palmarés del Tour de Francia. O lo que es lo mismo, de sus siete Tour. El desenlace llegó tras analizar el informe de la Agencia Estadounidense Antidopaje (USADA) que acusaba al corredor texano de recurrir a sustancias prohibidas de forma sistemática.

Armstrong, que tiene en la actualidad 42 años, se retiró definitivamente del ciclismo profesional a principios de 2011. Tras superar heroicamente un cáncer de testículos, el currículum deportivo del norteamericano quedó empañado por ser un ciclista que se dopaba con eritropoyetina (EPO), transfusiones sanguíneas y píldoras de testosterona. También por manchar siete años (1999 a 2005) de su brillante trayectoria deportiva.

En contraposición, Felix Baumgartner protagonizó uno de los retos más impactantes de la historia. El especialista en deportes de riesgo logró realizar con éxito un salto estratosférico desde 39.068 metros de altitud tras varios retrasos por parte de la organización en un total de cuatro minutos y veinte segundos. Su ascenso al interior de la cápsula, de 1.315 kilos de peso, duró dos horas y 33 minutos y siempre estuvo supervisado desde el centro de control de Roswell (EE.UU.) por Joseph Kittinger. El que fuera miembro de las Fuerzas Aéreas de Estados Unidos, se lanzó en 1960 desde los 31.300 metros en una caída que duró cuatro minutos y 36 segundos.

Baumgartner tenía como reto batir cuatro récords: el de subida en globo a mayor altura, el de salto desde la mayor altura, el de mayor velocidad en caída libre y el del número de minutos en caída libre; sólo le faltó este último. Cabe recordar que Baumgartner rompió la barrera del sonido llegando a los 1.342 kilómetros por hora y logrando una caída libre en una punta de velocidad de 373 metros por segundo.