Vela/Velux.- Basurko pasa por una zona anticiclónica que mejora su navegación y espera llegar antes del 31 a Fremantle

Europa Press Deportes
Actualizado: jueves, 14 diciembre 2006 20:30

BILBAO 14 Dic. (EUROPA PRESS) -

El navegante vasco Unai Basurko ('Pakea') se encuentra a 3.500 millas de la meta de Fremantle (Australia), pasando por una zona anticiclónica inusual que le permite mejorar su navegación, mientras, 800 millas más adelante, Sir Robin Knox-Johnston (Saga Insurance) está disgustado por tener que pasar solo en el mar el día de Navidad, y Graham Dalton ('A Southern Man-AGD'), se encuentra cada vez más cerca de las Kerguelen, donde parará para repostar gasoil y arreglar la vela de proa.

"Todo va bien dentro de lo que cabe", afirmó hoy Basurko. "Desde que subí al norte navego en latitudes más cómodas, con buen viento sin forzar el barco. La verdad que no tengo pensado parar porque tengo suficiente gasoil y el generador de viento funciona desde hace días. Ahora mismo navego con 20-25 nudos de intensidad a una velocidad media de 10-12 nudos, estoy en una zona de viento anticiclónico y térmico", explicó.

Respecto a su llegada a la Fremantle, el portugalujo espera hacerlo "antes del 31". "Aunque estoy muy bien en el mar, ahora mismo lo importante es terminar. Allí en Fremantle estará mi equipo de tierra, el diseñador, los constructores y espero no tener allí nada negativo en el barco que nos impida tomar el día 14 la salida" de la segunda etapa, añadió.

SIR ROBIN NAVEGA SIN LECTORES DE VIENTO

Mientras, Sir Robin Knox-Johnston respiraba frustración conforme se va haciendo a la idea de que probablemente pasará la navidad solo en el mar. Este sociable británico comienza a echar de menos un poco de compañía y la normalidad de la vida en tierra y trata de acelerar el barco para rebajar lo más rápido posible las 2600 millas que le quedan hasta Fremantle.

Sir Robin va con los lectores de viento rotos, por lo que desconoce la intensidad y la dirección, lo que le va a producir un mayor retraso. Según contó, la pieza electrónica que está en la punta del mástil y que sirve para medir el viento se ha soltado y se ha quedado colgando, golpeando contra el palo y haciéndose pedazos, así que el marino británico se ha quedado sin información que le proporcionaba.

Por último, el tercer navegante en regata, Graham Dalton, se acerca a las remotas islas coloniales francesas, las Kerguelen, para repostar gasoil y arreglar la vela de proa. Aunque el francés de Dalton no es muy fluido, espera encontrar gente que le ayude para volver a la regata lo antes posible.

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